Ella era un ángel con ansias de caos y venganza, y él era un demonio que buscaba la paz
La habitación de la duquesa estaba hecha un desastre olía mal y estaba sucia por todas semanas que estaba sin uso, pero había aceptado la estúpida tregua y debía re decorarla para poder hacer uso de ella, la observaba y realmente le veía potencial, aunque cambiaría todo para sentir que era su espacio
- Quizás deberías de decorarla toda de negro -mostró las paredes con su mano
- La sugerencia de sus prima la caso de sus pensamientos -¿De negro?, ¿Por qué? – realmente le daba miedo la respuesta de su prima
- Pues porque que si – Sophie puso sus manos en la cara- imagínate seria una demostración de tu alma maligna
- Parpadeo varias veces y se puso a reír -¿Qué has estado leyendo ultimadamente que andas con esas ideas?
- Sophie se acarició la mandíbula pensativa – creo que es una de demonios que extraen el alma
- Me podrías decir de donde sacas esos libros Sophie, a veces me da miedo tus gustos literarios
- Tu deberías de leer alguno de los libros que te he recomendado – se sentó sobre la cama sin ningún toque de elegancia
- Quizás más adelante – hizo una mueca de asco al recoger con la punta de los dedos una bata que dejo olvidada Samantha y la tiro a la canasta
- ¿Por qué aceptaste esta habitación? Apesta a mujerzuela – se apretó la nariz he hizo gestos de asco
- Acepte una tregua – hizo un gesto de silencio- lo sé, lo se ese miserable no la merece, pero necesito tiempo, tiempo para ordenar mis ideas.
- ¿lo perdonaste? - se sentó en la cama y miro a Fortune
- No, no soy capaz de perdonarlo – bajo la cabeza- tengo tanta rabia y dolor acumulado que no soy capaz de mirarlo sin sentir rabia contra él – miro a su prima- ¿supongo que tu me entiendes?
- Si, entiendo – cerro los ojos con rabia- se lo que sientes- bajo de la cama abrazo a su prima – perdón yo tengo la culpa que tú estés sufriendo cuando jamás debió pasar, mi estupidez, creer en dulces palabras me cegaron, estaba tan necesitada que un hombre como él me amara, me conquistaron su dulces palabras, lo varonil que era, parecía ser un hombre misterioso, un protagonista de los libros que solía leer, donde la doncella es feliz con el apuesto caballero que la rescata del monstruo, solo que en mi caso a mi me mato el monstruo, porque eso es ... - dios no era capaz de decir su nombre sin sentir un dolor físico
- No debí mencionarte nada, aun estas muy lastimada -la abrazo
- Yo he acumulado mi odio por años en silencio, ¿no se donde esta?, ¿con quien esta?, no se nada y eso mismo me hace odiarlo más el muy bastardo esta gastando mi fortuna a manos llenas, supongo que volverá cuando se le acabe y necesite mas para volver a huir.
- ¿lo esperas? – observo a su prima – mientras iba mirando libros tirados por el lugar
- ¿oye esta mujer parece que sabia leer? , mira hay varios libros tirados por acá
- No pudo evitar reírse – supongo de como ser la mejor cortesana de todas, debe ser su favorito
- Se puso las manos en el pecho y la miro con grandes ojos - ¿de verdad existe ese libro? Yo lo quiero leer – dio saltitos
- Repito que clase de libros lees y con que fin
- Pues Fortune leo mucho te he dicho la biblioteca de nuestro padrino esta plagada de unos ejemplares muy didácticos – comenzó a enumerar con sus dedos- Kama Sutra , el marques de Sade, masajes tántricos, el jardín perfumado muy parecido al Kama Sutra – rio al ver como Fortune abrió los ojos y la boca y la volvía a cerrar – donde mas autores así he encontrado es griegos , romanos y musulmanes aunque los mas que te sonrojan son los romanos y griegos, realmente ellos hacían del sexo una fiesta
- Aun la miraba con la boca abierta – ¿estas seguras que aun conservas tu virginidad – susurro
- Querida prima, yo te juro – junto sus manos como si rezara y una expresión angelical – sigo siendo pura y casta ... pero una virgen muy informada, solo me falta con quien practicar
- Tu alma se quemará en el infierno – rio
- Mientras sea con un guapo demonio, que así sea -rio- tu deberías intentar leer alguno de esos libros – movió sus cejas de arriba abajo
- Fortune rio – no muchas gracias –
- Esta noche iras – tomo unas galletitas de una bandeja
- ¿A dónde iras esposa? - Hunter sonrió
- Yo.. yooo, - tartamudeo, sintió miedo por el brillo de maldad que vio en los ojos de Sophie
- Estaba invitando a mi prima a cenar esta noche a mi casa su excelencia, bueno en realidad a casa nuestra familia
- Lady Albertson, nos encantaría asistir a cenar a la casa de sus padres el día de hoy, seria un gran honor y placer
- Que alegría su excelencia – sonrió – así podrá conocer a unos amigos que vienen de visita, unos queridos amigos de escocia que nos visitan, después de muchos años
- Fortune sintió un fuerte pitido en sus oídos y como su corazón se acelero mucho, era él, él volvía, el estaba en Londres
PD: mis ángeles les pido disculpas por lo breve del capítulo, pero mis perritos estaban enfermitos y me toco visita al veterinario y vigilarlos para ver su evolución, mil disculpas
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La Llave del corazón de un Angel
Historical FictionLady Fortune White hija del Conde Mcgregor siempre se refugió en los libros y los juegos de azar que aprendió desde pequeña gracias a su querido padrino, pensó que seria una regordeta solterona que ese seria su destino y lo aceptaba con gusto. pe...