Capítulo 12

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Nadie esta a salvo de las derrotas o victorias, pero es mejor perder algunos combates en la lucha de nuestros anhelos, que perder uno de tus besos. 


La miraba furioso estuvo esperándola por horas, para poder cenar con ella, realmente deseaba poder ir mejorando la relación con ella, por su bien mental y por la niña. Volvió a lanzarle una mirada de reproche y se paseaba por el estudio de un lado a otro – la miro - abrió la boca para decirle de su falta de modales al no presentarse a la cena, y saber dónde había estado todas esas horas, ¿se habrá reunido con ese hombre', ¿se habrán hecho amantes, pensarlo lo ponía furioso, ella era su esposa – se toco la frente- maldito sentimiento de posesividad, ¿Por qué era eso? ¡claro! Yo no estoy celoso, se dijo mentalmente.


- Me tendrá aquí sentada por más tiempo sin decirme nada – lo miro- estoy cansada y deseo darme un baño y dormir.

- ¿se puede saber dónde estuviste todas estas horas? – se cruzó de brazos- De comprar con mi prima- se movió inquieta en la silla

- ¿Todas estas horas?, saliste desde la mañana y ya oscureció– se inclinó sobre el escritorio y la miro fijo

- En realidad, no – bajo la mirada

- ¡No!, ¿entonces con quien diablos estuviste? – se puso de pie y camino hasta quedar frente a ella, si me dice con ese escoses ¡lo matare!, lo buscaría y mataria

- En casa de mi prima – movió inquieta las manos- es que ...estando de compras... a noso..

- ¡Ya!, ¡dilo de una vez! – alzo la voz

- No asaltaron y mi prima salió herida – lo dijo de golpe, sabia que era mentira, pero tampoco podía decirle, su ex amante intento matar a la dueña del club Angelus y la dueña somos mi prima y yo.

Sintió que la vista se le nublo de rabia y preocupación, pero de un gran alivio al saber que no vio al escoses, pero ellas solas por ahí eran una presa fácil para cualquier ladrón de poca monta – desde mañana tendrás escoltas, ¡no vuelves a salir de casa sola¡ y claro que también tu prima tendrá escoltas, ella es mi hermana al ser la esposa del malnacido de mi hermano.

- Se sonrojo por el uso de sus palabras mal sonante – no se preocupe, mi prima no resulto herida de gravedad, el medico ya la atendió y ahora esta descansando, es por eso que volví a estas horas, me quede con ella cuidándola, hasta que se quedó dormida, ya después de eso me vine en un carruaje a casa

- ¿Un carruaje? – frunció el ceño- no recuerdo que usaras uno de mis carruaje

- Era un carruaje de alquiler- susurro

- ¡QUE! - Fortune puso su espalda recta en la silla al escuchar su grito – no te das cuenta que puedes ser victima de esos hombres, te pueden asaltar, secuestrar, asesinar, tu eres la Duquesa de Blackgood, eres la esposa de uno de los hombres más ricos de la ciudad – esta furioso- como no pensaste, es mi deber protegerte, tú solo debes salir de esta casa usando los carruajes que están a tu disposición y llevar escolta

- Eso es hace poco, no es la primera vez que voy y vengo en carruajes de alquiler a altas horas de la noche, me he quedado a dormir muchas noches en casa de prima y usted ni siquiera se daba cuenta, yo puede haber sido secuestrada y asesinada y a usted que más le hubiese dado, yo solo era el estorbo en su maldito romance con su amante, ella era quien disponía de todo en esta casa, escoltas, una doncella para asistirla, de los carruajes, de todo – lo miro con odio- dígame yo de que disponía.- Suspiro – de nada – - Así es de absolutamente nada, si nada me paso antes porque me iba a pasar ahora, para el resto de la sociedad sigo siendo una maldita apestada igual que mi prima por culpa de usted y su hermano, no me quiera dar un sermón de los cuidados que debo tener, si antes no le importo, todo esto cambio porque usted descubrió la verdad, aun no tengo idea como, si por años yo tenia menos importancia que los muebles de esta casa, podía ser movida a cualquier lugar y usted no se hubiese dado cuenta – se puso de pie y comenzó a caminar hacia la puerta

La Llave del corazón de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora