Capítulo 10

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Y el diablo dijo – si tuviese que describirte por el sabor de tus labios, diría que eres un ángel porque tus besos saben a cielo y gloria

Se podía escuchar el sonido de los cubiertos y la suave conversación de algunos de los comensales, al obsérvalos podía ver la felicidad en cada uno de ellos, se veía el amor que se profesaban, sintió envidia él jamás supo lo que era eso desde muy pequeño su padre e exigía más y más ser el mejor en cada cosa que realizaba y si no cumplía sus deseos lo castigaba, estos castigos iban desde dejar sin cenar o simplemente lo golpeaba, lo único bueno y tierno en ese hogar era su madre, ella es una luz, un ser que le lo guiaba y cuidaba y por eso mismo el desgraciado de su padre la golpeaba por defender a sus hijos, ¿Qué pensaría su madre de todo esto? ¿de su boda? ¿del trato que le había dado a su esposa? De cómo había puesto a su amante sobre su esposa, en ese aspecto supero al ogro de su padre con creces, él jamás llevo a ninguna de sus amantes a la casa, es más era asquerosamente discreto en ese punto – metió un trozo de carne a su boca y fijo la mirada en su esposa- supongo que si su padre lo viera estaría orgulloso de él había llevado a un nivel tan alto el arte de humillar a una mujer que lo supero.

- ¿Así qué esté ingles es tu esposo ángel? – miro a su oponente con superioridad – pensé que seria mejor que yo – bebió de su copa- pero es un debilucho

Se escuchó un profundo silencio, en el comedor nadie se movía, Fortune sintió un escalofrió recorrerle la espina dorsal, se había olvidado de lo directo y falta de tacto que podía ser Duncan, en realidad para escocia era absolutamente normal su forma de ser, pero para la estirada sociedad londinense, era un total desastre, levanto la vista y vio a los comensales sus padres estaban con la boca abierta su prima conteniendo una risa a duras penas y los demás con cara de asombro, se volvió lentamente hacia su esposo y vio su expresión, realmente su rostro no decía nada pero sus ojos, ¡o sus ojos!, reflejaban furia, no podía decir que estaba molesta con Duncan, al contrario quería reírse por su comentario porque si comparaba a ambos hombres físicamente, eran muy similares, en altura y contextura física Duncan se podría decir que era más fuerte.

Por que no vamos a fumar un puro a la biblioteca y así dejamos a las damas un momento a solas para que descansen de nuestra presencia.

Fortune miro agradecida a su tío, realmente el ambiente se estaba volviendo tenso e incomodo

Se puso de pie para que los demás caballeros lo imitaran, y así ocurrió todos se pusieron de pie hicieron una reverencia y salieron del comedor en silencio.

- ¡Oh por el amor de los dioses del juego! – es idea mía o tu esposo miraba con cara de matar a Duncan

- Se acaricio el cuello tratando de relajarse – tu lo estabas disfrutando demasiado ¿verdad?

Sophie comenzó a caminar al lado de su prima, la veía tensa y molesta - ¿tú no?

- Sonrió – no se – no le iba a decir a Sophie que lo disfruto bastante -solo que me siento agobiada, no se como si todo se fuese a salir de control.

- Miro al suelo y movió sus manos nerviosa- siento tener que agregar mas problemas, pero la zorra de Samantha está dando problemas – le susurro

- ¿A qué te refieres con problemas? Le cancelamos la membrecía y le prohibimos la entrada

- Ha ido varias veces al club, a realizado espectáculos en el hall cuando trata de ingresar, gritando que desea hablar contigo y que sino la recibes hará algo peor

Respiro frustrada, esa mujer le daba problemas en todos lados, realmente estaba cansada

– envíale una carta donde le dirás que la recibiré la próxima semana y que si vuelve al club antes de la fecha pagara las consecuencias, ese día deberemos estar acompañadas de guardias no confió en ella

La Llave del corazón de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora