Todo Ángel oculta secretos entres las plumas de sus alas, pero cuando encuentra un demonio que la ayuda a hacerlos mas llevaderos, significa que has encontrado al demonio correcto.
Estaba cansada, cansada de las exigencias de Duncan, en la carta que le envió, había pensado que le dejo todo claro, no quería problemas, fueron años de desprecio, de humillación, de dolor, ahora lograba una paz, una paz que necesitaba, que deseaba y el insistía en encontrarse, ¿para qué? Para insistir en lo de huir, no sabia que hacer si iba terminaría odiando a Duncan por aquella insistencia tardía, pero sino iba tenia la certeza que no la dejaría tranquila, tenia la idea fija de que huyeran, de que juntos seria felices, pero no, no serian felices él pensaba que ella era sumisa y callada, que acataría sus órdenes sin protestar, también es cierto que es culpa de ella que él tuviese esa impresión siempre fue tímida y dócil, pero era porque su madre le repetía mil veces que debía ser así – suspiro- tomo la carta y la arrugo y la tiro al fuego – eres tan terco, un idiota terco
- ¿Quién es idiota y terco? – Sophie ingresaba a la habitación de su prima
- Duncan, me vuelve a pedir una cita
- Otra cita más la realidad es que ha ido al club todos los días preguntando por ti, Robert le ha ido informando que tu no vas, y se ha molestado varias veces diciendo que le mentimos
Rodo los ojos – no es capaz de entender que no deseo huir con él, lo ame tanto, tanto espere tanto de él cuando todo esto inicio, cuando mi infierno comenzó, pero jamás movió un dedo
- Y ahora esta obsesionado con que huyan – vio el asombro en los ojos de su prima- si me lo dijo, una de estas noches que fue, me invito a unirme que me fuera con ustedes a escocia para apoyarte en el escándalo que se ocasionaría, que te convenciera
- No quiero irme- bajo la cabeza- la niña me necesita, yo la quiero mucho, me gusta dirigir Angelus contigo, extrañaría a nuestra familia a ti más que a nada
Sophie observo a su prima, se acerco a ella y la abrazo – no te engañes, Fortune, no busques escusas en los demás para quedarte aquí, no antepongas a la niña o la familia o al club, debes reconocer que ninguna de las que mencionaste es realmente la que te retiene acá, cuando seas capaz de aceptar lo que es, serás capaz de comprender porque no necesitas huir con Duncan, porque si esa razón no existiese tu ya estarías lejos de acá sin lugar a dudas, siempre has sido valiente y decidida, de las dos eres quien tiene la cabeza mejor puesta, asumiste como tuyo mis errores, me apoyaste en todo, siempre has estado para todos ayudándonos, siempre nos has hecho abrir los ojos a lo que no deseamos ver, pero la que esta ciega a lo que realmente desea eres tu – puso las manos en los hombros de su prima – no te engañes, en el fondo lo sabes pero tiene mucho miedo de admitir cual es la razón
- No se de que hablas – se alejo y miro por la ventana – ya te menciones mis razones esas son las únicas razones que me retienen acá
- ¿O sea que si la niña no existiera tu ya habrías huido con Duncan'
Fortune abrió y cerró la boca – pero existe
- Yo no pregunte eso, vamos responde
- El amor de Duncan no es real, sino hubiese venido por mi antes, hubiese detenido todo
- Y...¿Cómo besa tu esposo Fortune?
- Él besa muy bien, es como si me ...- se sonrojo-
Soltó una risa – pues esa es una de las razones, admítelo de una vez, no te es degradable tu esposo.
- No se porque me dices eso – esquivo su mirada
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La Llave del corazón de un Angel
Historical FictionLady Fortune White hija del Conde Mcgregor siempre se refugió en los libros y los juegos de azar que aprendió desde pequeña gracias a su querido padrino, pensó que seria una regordeta solterona que ese seria su destino y lo aceptaba con gusto. pe...