Epilogo

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La felicidad de un ángel llena de luz cada rincón del oscuro corazón de un dominio que se rindió ante ella con tan solo una dulce sonrisa y lo volvió su guardián eterno


Los gritos de Fortune se escuchaban por toda la residencia los empleados corrían de un lado a otro con tiestos de agua caliente y toallas limpias

- Mi Lady debe pujar vamos ¡Puje! ¡puje!

- ¡Y que cree que estoy haciendo! Jugar a las cartas – pudo escuchar la risa de su madre y tía

- ¿de que se ríen? – sintió otra contracción atravesar su cuerpo y cerro los ojos fuertemente, sentía que su cuerpo estaba todo mojado

Su madre le limpio el sudor- hija vamos falta poco, ¡puja!

- ¡Como diablos se puede tardar tanto!, no creo que sea un gran recorrido

- Vamos querida concéntrate en pujar, que estás bien

- ¡¿Bien?! Siento que me parto y a eso le llamas estar bien

- Puedes hablar, yo no podía ni eso cuando parir a tus primos

Respiro rápido tratando que le ingresara aire a los pulmones y volvió a pujar cuando sentía que su cuerpo se lo exigía – ¡tráiganme a Hunter!, merece escuchar un par de cosas, juro que ese hombre no me vuelve a tocar en su vida – esta vez pudo escuchar hasta la risa del doctor le dieron tantas ganas de golpearlo - ¡quiero la cabeza de mi esposo!

- Yo decía eso después que nacio tu hermano mayor y bueno tengo 4 hijos en total

- Y yo acabo de parir hace 2 meses a tu prima

- ¡Oh, Por el amor de dios! – grito

- Vamos mi lady ya veo la cabecita falta tan poco, ¡puje una vez más!

Fortune pujo con todas sus fuerzas y sintió un tremendo alivio su dolor paso y respiro con calma - ¿Qué es?¿esta bien?

- ¡Una niña! – grito la madre de Fortune , se volvió hacia su hija con ojos brillantes una bella niña

- Una niña – sonrió- después vendrá el herede- soltó un fuerte grito al sentir como una contracción la volvía atravesar - ¡Dios! ¡¿Por qué?!

El doctor corrió hacia ella mientras la enfermera limpiaba a la recién nacida

Hunter se paseaba nervioso por el pasillo fuera de la recamara de la duquesa ya que decidió dar a luz en ese lugar, con cada grito que daba su corazón saltaba y se encogía, como podía soportar tanto dolor su diosa - ¡Voy a entrar!

- No creo que sea conveniente, no escuchaste como pedía tu cabeza y quizás otras partes de tu cuerpo

Hunter miro a su hermano con rabia y miedo contenido – yo no escuche nada, solo los gritos de dolor de mi esposa

- ¿Tanto la amas?

- Si, más de lo que crees – has vuelto nuestras vidas desde hace poco, aun no se cuales son tus intenciones, te advierto no permitiré que dañas a mi mujer o Sophie

- He madurado Hunter, mis faltas del paso fueron muchas y terribles, pero la vida me ha dado golpes duros que me han enseñado – se toco la cara y desvió la mirada

- Has huido de la charla que me debes, y te he dejado pero pronto la tendremos

- Como digas

La Llave del corazón de un AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora