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Capítulo 6

    El tercer golpe que recibo me hace caer. El suelo de la sala de entrenamiento resulta húmedo y frío, como si de hielo se tratase. Me llevo los dedos a los labios, los cuales destiñen de un intenso rojo oscuro. El sabor metálico de la sangre se extiende hasta mi garganta. Me dedico unos instantes para focalizar mi vista, ya que veo cuatro robots en lugar de dos y dos Rogelios en lugar de uno. El resto de soldados son meras sombras para mí.
- Adora, ¿te has hecho daño?
    Lonnie me ofrece su mano para levantarme. Acepto su ayuda, a pesar de que aún me encuentro algo aturdida y mi instinto básico me indica que continue tumbada.
- ¿Qué te pasa hoy? -se interesa, sosteniéndome por la cintura.
    Escupo sangre al suelo, dando gracias a que el golpe no me rompió la nariz.
- Solo... estoy cansada.
    Lonnie no responde, simplemente asiente. Por un instante, creo sentir que tiene algo que decirme, mas no lo hace. Me percato de cómo se dirige hacia algún lugar en sentido contrario a los robots.
- No, no -me aparto suavemente, recuperando el arma que había perdido y descansaba sobre el suelo, a unos metros de distancia-. Puedo seguir.
- Adora estás...
- Bien -la interrumpo-. Estoy bien, puedo seguir -insisto.
- Es solo un entrenamiento -me recuerda.
    Sé que es verdad, pero no puedo perder puntos. Ahora no. Shadow Weaver intuirá que algo me ocurre y no se detendrá hasta descubrir qué es. Y probablemente no lo descubra, probablemente culpe a Catra y volverá a sentirse mal consigo misma porque creerá que el problema es ella, pero no.
- El problema soy yo -murmuro.
    Lonnie aparta su mirada de los robots para posarla sobre mí. Durante unos segundos, temo que haya escuchado mis palabras. ¿Por qué lo he dicho en voz alta?
- ¿Has dicho algo?
    Suspiro aliviada. Tras negar con la cabeza y dedicarle una leve sonrisa a Lonnie junto con un cálido "gracias", me apresuro a alcanzar el robot más distraído. Rogelio le ataca desde el frente, mientras que Kyle mantiene ocupado al otro huyendo de él y provocando que éste le persiga.
    Busco fugazmente con la mirada a Catra, la cual me dedica una pícara media sonrisa. Ambas parecemos leernos la mente, ya que, tras ordenar a Rogelio que continuara con la ofensiva, Catra corre hacia mí, preparada para llevar a cabo la jugada que ambas ideamos. Cuando alcanzo la pata delantera izquierda del robot, doy un salto para golpearla con fuerza desde arriba. Éste pierde el equilibrio, a la par que miro a Rogelio para indicarle:
- ¡Arráncasela!
    El forzudo chico lagarto clava su arma en el extremo superior de la pata en cuestión, utilizándola como palanca mientras tira con su mano libre de ella. Apenas unos segundos después de que ésta caiga al suelo, impulso con mis manos a Catra, la cual coloca un pie sobre ellas como si de un muelle se trataran. Una vez se encuentra encima del robot, mi chica felina clava sus garras justo en la cabeza de ese montón de tuercas, arrancándola y poniendo así fin al funcionamiento de nuestro enemigo metálico.
- ¡Sí! -exclamo.
    No obstante, la euforia del momento desaparece en el preciso instante en el que me doy la vuelta. Kyle corre en mi dirección, seguido del enorme segundo robot al que debemos destruir.
- ¡Adora, cuidado! -me advierte Lonnie, apartándome de un empujón.
    Ambas caemos a unos metros de distancia, fuera de la trayectoria del único robot operativo. Alzo la mirada para descubrir a Catra confundida, buscando con desesperación cualquier superficie a la que poder saltar o agarrarse. Es entonces cuando me percato: los robots van a chocar. ¿Era ese el plan de Kyle o simplemente ha huido sin rumbo fijo? Me inclino más por lo segundo. Rogelio se apresura a coger al chico antes de la inminente colisión, poniéndolo a salvo en algún punto cerca de nuestra posición. Sin embargo, no presto demasiada atención a su hazaña, mis ojos tan solo se centran en Catra.
    Dejo mi arma en el suelo y corro hacia ella, como si mi mera presencia ya pudiera evitarle cualquier mal. Después de todo, debo comportarme como una heroína, ¿no?
- ¡Catra! -exclamo en un grito ahogado.
    Advierto cómo consigue calmarse, contemplando al robot que en pocos segundos colisionará con el que ella misma destruyó. Está... esperando. Esperando, ¿a qué? Entonces me dedica una mirada esclarecedora.
- ¡Apártate, Adora! -me ordena Lonnie.
    Obedezco. Me dejo caer sobre el suelo, intuyendo lo que se disponían a hacer. Una lanza vuela sobre mi figura hasta clavarse en una de las patas traseras del robot, haciéndole caer. Catra salta sobre éste, aprovechando su desequilibrio para acabar con él de la misma forma que con el anterior: arrancándole la cabeza. Al éste apagarse, cae aparatosamente sobre el suelo, momento en el que Catra salta para alcanzar tierra firme.
    Mi expresión se tuerce al descubrir que yo soy el inminente destino del salto de Catra. Dejo escapar un sonoro "espera" cuando ella, ágilmente, aterriza sobre el suelo, sosteniéndome por la muñeca y tirando de mí hacia el fondo de la sala.
    Al ser ambos robots redondos, ruedan para estrellarse entre sí, provocando una llamativa explosión frente a nuestras narices. De la propia fuerza expansiva de ésta, ambas perdemos el equilibrio, terminando una sobre la otra cuando todo se detiene.
     Catra estalla en una sonora carcajada, sin apartarse. Mis mejillas se encienden al descubrirla tan cerca. Una vez más, mi espalda descansa sobre el frío suelo de la sala, solo que esta vez no me importa en absoluto. Sonrío. Está preciosa cuando se ríe.
- ¿Me echabas de menos? -se burla, acariciando mi rostro con su cola.
    Se pone en pie, sosteniendo mis manos con las suyas y ayudándome a incorporarme.
- ¿Estás bien? -prosigue- Tienes un poco de sangre en... -posa su mirada en mis labios, limpiando con su dedo pulgar el espeso líquido rojo que resbala hasta mi barbilla.
   Se produce una pausa. La sonrisa de Catra desaparece, y ahora es ella la que parece sonrojarse. Doy un paso atrás, apartando mi mirada. Descubro a Lonnie, contemplándonos mientras Kyle y Rogelio celebran nuestra victoria. Sus ojos se clavan en los míos por un momento, cuando se atreve a decir:
- Así que era eso.
    Algo me desgarra por dentro. Kyle y Rogelio se reúnen con nosotras para continuar con la celebración. Catra parece no percatarse de la situación, chocando los cinco con Rogelio, lo cual es símbolo de que está realmente feliz.
    Mi mirada sigue fija en la de Lonnie, quien da unos pasos atrás y se aleja sin vacilar hacia la salida. Hago ademán de seguirla, mas Kyle se entromete en mi camino inventando un absurdo bailecito de victoria. Y la pierdo de vista. Me apresuro a seguir sus pasos, mas mis pies se detienen en seco al apreciar una imponente figura cerrándome el paso, frente a la puerta. Mis mechones de pelo se escapan ante la seguridad de mi gomilla, presentándome aún más derrotada ante ella. Es entonces, al ella pronunciar esas palabras, cuando puedo volver a oír ese agonizante sonido que me persigue en la noche:
- ¿Qué es lo que te ha distraído, Adora?