Capítulo 3

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    El cielo está rosado. Desde aquí arriba todo parece diferente, como si nada me afectara. Desde hace años Catra y yo trepamos hasta aquí para sentirnos en la cima, como si nada ni nadie pudiera alcanzarnos. Pero hoy solo estoy yo. Tras terminar de ayudar en la sala de entrenamientos, enseñando movimientos básicos de defensa personal a los más novatos en la materia, no he podido encontrarla. Pensé que quizá estaría aquí, mas no es el caso.
     Una suave brisa me provoca un largo escalofrío. Suspiro. No hay mucho que hacer por aquí. Tan solo entrenamos, comemos barritas energéticas, nos aseamos, entrenamos de nuevo, dormimos y vuelta a empezar. Quizá esto no sea para mí. Quizá ese sueño... ¿y si no es una simple pesadilla? Crecí siempre entre las mismas palabras: "Conquistarás Etheria, Adora", "Tú eres especial", "Salvarás el planeta de las princesas, serás una heroína",... "Heroína". Curioso concepto. ¿Cómo se nace siendo una heroína? O para serlo...
- ¿Por qué estoy aquí? -murmuro, a pesar de que sé que nadie me está escuchando.
    Contemplo el horizonte, intentado imaginar qué hay más allá de nuestras fronteras. Peligrosas princesas, eso lo sé. Pero, ¿y qué más? ¿De verdad todo lo que hay más allá sólo está habitado por princesas malvadas y poderosas? ¿De verdad no hay... nada más?
    Una vez más, suspiro. Dejo caer el peso de mi cabeza sobre mis manos, descansando mis codos en mis flexionadas piernas. Entonces recuerdo las palabras que yo misma le dije a Catra: "Yo no sé si quiero esto". ¿Lo decía de verdad? Sacudo la cabeza, esbozando una triste sonrisa. Se lo dije a Catra, claro que fue real. Nunca le he mentido. A ella no.
    Entonces me pongo en pie, al filo de la grúa. Tan solo un paso más y caería. Abro lentamente los brazos, imaginado que puedo volar. Y salir de aquí. Descubrir qué hay fuera de estos muros. De repente siento unas ganas irrefrenables de gritar, pero no lo hago. En lugar de eso, cierro la boca, doy un paso atrás, y vuelvo a dejarme caer tal y como estaba hasta hace unos minutos.
- Mi nombre es Adora... y conquistaré Etheria -me digo-. Nací para esto.
    Pensé que al decirlo en voz alta, lo creería. Lo asumiría como mío. Pero no fue así. Oculto mi rostro entre mis manos. "¿Qué voy a hacer?" me digo. Cruzo las piernas y me hundo aún más en mí misma. "No sé quién soy".
    Justo cuando mis lágrimas acechan con recorrer mis mejillas, mi mente se apaga unos instantes. Como si nada doliese, como si nada importara. Porque, es en ese instante, cuando una voz, una simple voz, aleja todas esas ideas y sentimientos de mi cabeza. Una voz que tan solo pronuncia dos meras palabras...
- ¡Hey, Adora!

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