Casi no puedo respirar. He buscado a Lonnie por todas partes... Sin éxito. Tampoco puedo encontrar a Catra. Ni creo que quiera ser encontrada. No después de lo que ella nos dijo. Las palabras de Catra vuelven a resonar en mi interior: "¿Qué es eso tan malo que hay en mí?". Me tapo los oídos con ambas manos. Otra vez. Ese sonido. No, no, no. Aquí no, Adora.
Los pasillos se encuentran casi vacíos, todos parecen estar entrenando a estas horas. No obstante, después de lo ocurrido, Shadow Weaver ha decidido permitirme el resto del día libre. "Siempre y cuando mañana vuelvas a ser la de siempre. O me veré obligada a tomar medidas" sentenció. El sonido se intensifica. "Cállate, cállate" me digo una y otra vez. Pero no puedo dejar de pensar. Mis pensamientos avanzan a una velocidad a la que mis emociones no son capaces de ir. No puedo seguir haciendo esto. Esto no es lo que quieres, Adora, ¿no lo ves? "Cállate, cállate, cállate" me repito. Tengo que irme de aquí.
El rostro de esa chica inunda mi mente. Sus ojos... esos oscuros ojos marrones. Su voz resuena en mi interior, una y otra vez: "Es cierto... no entiendes nada, ¿verdad Adora?". La escucho reír apenas unos instantes, justo antes de decir: "Ese sonido, eres tú".
- ¡Adora! -la voz de Catra me arrastra hacia el presente.
Alzo la mirada y la observo. Está agachada, con el objetivo de ponerse a mi misma altura. Y la realidad me golpea, sin vacilaciones. Ella coloca sus manos sobre las mías, apartándolas lentamente de mis oídos. Me limito a mirarla. Sin pensar nada, sin sentir nada, apenas sin decir nada. Tan solo la observo. Me concede unos minutos para calmarme, poniendo fin a mi prórroga con un dulce beso en la frente. Recoge las lágrimas de mis mejillas, y me ofrece su mano para ponerme en pie de nuevo. La acepto, sintiendo cómo sus garras se cierran suavemente sobre mis dedos.
- Vamos -murmura.
Y la sigo. No sé a donde me lleva. Simplemente camino detrás de su figura. No me suelta la mano ni un solo segundo.
- Catra -digo, tras haber recorrido unos cuantos metros junto a ella.
Se gira para mirarme. Advierto cómo ladea su cabeza, esperando a que continúe. Esbozo una involuntaria sonrisa al apreciar ese gesto tan característico de ella. No obstante, mi rostro vuelve a inundarse en lágrimas al decir:
- Tengo que irme de aquí.
Su expresión se ensombrece. Sé que ella no quiere irse. Esto es su hogar, esta es su familia... Sacudo la cabeza. Nuestra familia. A pesar del dolor que su mirada refleja, se obliga a sí misma a dibujar media sonrisa, dejando al descubierto parte de sus colmillos. Esta vez son sus ojos los que derraman lágrimas, a pesar de ser escasas y contenidas.
- ¿Por qué? -pregunta, sin más.
Le dedico una mirada que solo ella comprende. Una mirada que dice: "Aquí no". Catra vuelve a sostener mi mano con la misma suavidad que antes. Me guía. Esta vez sé a donde. El único lugar que es nuestro, el único lugar donde podemos hablar. Nuestro lugar.
Una vez llegamos allí, ninguna de las dos dice nada. Me da terror contarle lo que necesito relatarle con toda mi alma. ¿Cómo es posible sentir tanta desesperación por confesar algo, y a la vez tal pánico a referir una simple palabra al respecto? Lleno mis pulmones de aire para soltarlo lentamente. "Tranquila" me digo.
- Hey -murmura, enredando sus dedos entre los míos-. Puedes contarme lo que sea, ¿sabes?
Asiento. Cojo aire una vez más... Y lo suelto. Cada ínfimo detalle de esa pesadilla que me atormenta. Ella no me interrumpe ni una sola vez. Sus ojos parecen hipnotizados por mi propia existencia. Tan sólo atisbo cierto sentimiento que no soy capaz de identificar cuando pronuncio, una vez más, las palabras: "Tengo que irme". Sus orejas se agachan, para seguidamente alzarse cuando pregunta:
- ¿Y qué te lo impide?
No respondo, porque ella ya sabe la respuesta. Bajo la mirada, mas ella deshace nuestras manos para alzarme el rostro de nuevo. Sus ojos me suplican que la mire. Y eso hago. La miro. La miro hasta por fin decidirme a hablar:
- No puedo irme sin ti -admito.
Cierra los ojos. No sé si es eso lo que quería escuchar. Deja caer sus manos, mas no sostiene las mías. Y ese simple gesto me atraviesa el alma como una estaca.
- ¿Por qué no puedes simplemente quedarte? -se sincera-. ¿Por qué no podemos dejar que todo siga igual? Yo podría ayudarte a que dejes de soñar y a apagar ese sonido que...
- No puedes hacer eso -la interrumpo-. Ni tú ni nadie puede acabar con todo eso.
- ¡¿Y por qué no?! -alza la voz.
- ¡Porque el problema soy yo, Catra! -grito-. ¡¿Es que no te das cuenta?! Ese sonido soy yo, es mi voz, está en mi cabeza, y no puedo callarme, ¿entiendes? Esa voz soy yo diciéndome... gritándome que necesito descubrir quién soy. Y aquí nunca lo sabré. Aquí no soy yo, aquí solo soy lo que ellos me dicen que sea.
Cuando callo, me percato de que estoy de pie. Catra, por su parte, continúa sentada en el mismo lugar. Tardo unos segundos en colocarme de nuevo a su altura.
- Catra, perdóname, yo...
- ¿Por qué? No puedo enfadarme por algo que sientes -acepta.
"Por haberte gritado" me dispongo a decir. Pero no lo hago. Me limito a continuar ese extraño silencio.
- Quiero quedarme aquí -admite-. Pero necesito descubrir qué es esto.
Se señala a sí misma y después a mí. No puedo evitar sonreír, del mismo modo que no puedo evitar llorar. Catra coloca su mano sobre mi mejilla con suavidad. Repito su gesto, sosteniendo yo su rostro sin apartarle la mirada. Dejamos caer nuestras frentes, la una sobre la otra. Creo poder decir que ella es una de las sensaciones más cálidas que he sentido jamás.
- Me voy contigo.
Asiento. Sé que no es justo. Sé que es egoísta por mi parte. Sé que ella no debería renunciar a nada, y mucho menos por mí. Pero también sé que no puedo hacer esto sin ella.
- Te prometo que volveremos -susurro-. Te prometo que esto no cambiará nada.
Ella asiente, envolviéndome en sus brazos. Y, así, sin soltarnos durante un buen rato, por fin comprendo que ese sonido martirizante y desgarrador está a punto de desaparecer para siempre.

ESTÁS LEYENDO
Hero
FanficEn apenas uno meses, Adora será nombrada capitana de las Fuerzas. Catra parece desear tanto ese rango... ¿Renunciaría a ello Adora por ella? ¿Es eso lo que siempre ha querido? Esa pesadilla... se repite una y otra vez. ¿Qué quiere decir? ¿Cuál es su...