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Ronald Weasley

El mundo muggle en ciertas ocasiones tiene muchas más entretenciones que las que el mundo mágico te puede ofrecer. Cuando eres un mago nadie te conoce en el mundo de los londinenses sin magia y eso te da la posibilidad de ser otra persona.

En el mundo mágico siempre voy a ser Ronald Weasley, el hijo de Molly y Arthur quien trabaja en el ministerio, el que recibe todo de sus hermanos y no posee nada nuevo y en que en todas partes es el buen acompañante, el mejor amigo de Potter, de Granger el más inadvertido de Gryffindor, en cambio en el mundo muggle podía ser la persona que quisiera y el mejor.

Podía tener el nombre que se me antojase y también dedicarme a lo que fuera; nadie tenía cómo saber si era verdad o era mentira.

Antes que nada, mis viajes al mundo muggle comenzaron en las vacaciones antes de quinto año, realmente el mundo mágico era realmente aburrido. Todo ese drama de que Voldemort había vuelto y que esperaba para matarnos a todos, las reuniones de la Orden para idear planes para detenerle, que nos hayamos mudado a Grinmauld Place –la horrenda casa de los Black – sin la compañía de Harry se hacía muy tediosa, por lo que apenas salía del ojo de mi madre decidí comenzar mis incursiones en el mundo de los no magos.

Más allá del Palacio de Buckinhan o la estación de Kings Cross no conocía. Por lo que mis paseos empezaron en modo de turista para conocer el país donde vivía. Londres era enorme y siempre estuve atrapado en lo que sabía que era mi mundo; jamás tuve asco por los muggles, sólo que no los identificaba del todo y este momento era ideal para conocerlos.

Las primeras veces paseé por el centro y conocí un montón de lugares emblemáticos que desconocía; sentía que salía de mi burbuja donde hasta ese momento se me hacía muy cómoda . Evité que mi madre se enterara, puesto que era demasiado aprehensiva y nunca hubiera permitido que yo divagara solo por las calles de la capital inglesa; o de lo contrario hubiera enviado conmigo a uno de mis hermanos, en ese caso hubiera tenido que ir con los gemelos y mi idea era lograr hacer cosas por mi mismo. Sin tener a mi familia inmiscuída en todo lo que quería, desmarcarme un instante de mi faceta de mago.

Cuando ya se hicieron recurrentes mis viajes tenía la confianza suficiente como para ir más lejos, visitar sitios más complejos de abordar o con más gente. Siempre llevé la varita escondida, un poco de dinero y un mapa en caso de perderme. Por lo general no buscaba cercanía con los demás, ese no era el propósito de mis viajes, tampoco se lo contaba a nadie ya que eso implicaría ser descubierto.

Fue un día en que llegué al Parque Hyde y me interné entre sus arboledas que divisé a bastante gente muy joven, algo mayor que yo o incluso menores a mi edad, todos sin sus padres, en grupos de amigos bebiendo lo que asumo que era cerveza debido a las risas de esos raros y alocados muggles. Me senté alejado mirando todo a mi alrededor y sentí en ese momento que la vida de los no magos era muy cómoda, ni siquiera sabían de nuestra existencia, su vida era demasiado simple a mi parecer, si ni si quiera sus padres les reclamaban por beber alcohol en un lugar público.

Pensándolo bien, me hubiera gustado nacer en una familia de muggles, tener un vida común y corriente, tener las responsabilidades de un adolescente normal y sin preocupaciones. Poder perforarme la nariz, tal vez hacerme algún tatuaje o tinturarme el cabello. Los veía tan serenos e involucrados en su mundo que por un momento deseé ser uno de ellos.

— ¡Hey! ¡Tú, el pelirrojo! — escuché a uno de los chicos llamar en mi dirección.

Miré hacia atrás y me percaté que era a mí a quién llamaban.

— ¡Sí, tú! — me apuntó el muchacho moreno con rastas parecidas a las de Lee Jordan.

Me sentí nervioso ya que jamás había conversado con muggles propiamente tal y menos en solitario, siempre había estado con papá y creo que la última vez que hablé con unos fueron los padres de Hermione en segundo año. Cogí mi mochila y me acerqué algo dubitativo, tratando de hacer totalmente lento el encuentro entre ellos y mi persona.

«Oscuros Secretos» [Una historia de Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora