Pansy Parkinson.
Toda la vida he estado metida en problemas, jamás he tenido paz en mi existencia. Desde niña que me esmeraba en llamar la atención de las peores maneras, mi madre no me tenía paciencia, mi padre me daba el amor que necesitaba, la contención y se esmeraba en hacer todo para que yo me sintiera bien.
Tal vez algo andaba mal en mí.
Siempre deseé que en el caso de ser madre habría deseado de ser como él.
Una madre paciente, cariñosa, preocupada y sonriente.
Ahora estaba sentada frente a la sepultura de mi padre, con la mirada perdida; inspirando y tomando el valor para que las palabras salieran de mi boca.
—No sabes cómo te he echado de menos, papá.
Suspiré, siempre me hacia bien el venir aquí, aunque fuera a hablar por horas con una sepultura de mármol, sentía que él estaba aquí; no en casa, sentía en la paz y el silencio del cementerio la tranquilidad que nunca tuve en mi casa desde que él se fue.
—Sé que siempre deseaste que fuera una princesa, que tuviera todo, que no me faltara nada —susurré—Pero me faltaste tú, todos estos años.
Mi voz se rasgó al hablar.
— No te culparé por todas las barbaridades que he cometido, sé que no estás orgulloso y que si pudieras verme tal vez vería esa expresión de decepción con la que a veces mirabas a mi madre. —señalé —Jamás lo hiciste visible para que yo no lo supiera, pero me doy cuenta de que te percatabas que no podías hacerla feliz y sé que eso te frustraba, que te hacía sentir mal.
Mi padre era la mejor persona del mundo.
He oído que dicen que las buenas personas son las que primero se van de este mundo, en el caso de mi padre aplica totalmente. A pesar de tener dinero y ser un sangre pura, esas fueron cosas que jamás le interesaron, por lo que su alma era demasiado sana para un mundo tan despreciable en el que le había tocado vivir.
Demasiado para un matrimonio como el que tenía.
Demasiado para una hija como yo.
— La guerra ha terminado ¿Sabes? Creo que muchos debieron de morir en la batalla de Hogwarts, incluida yo —farfullé—De verdad que cuando te diga lo que he venido a contarte, lo más probable es que ya no me quieras, si estuvieras vivo me observarías de manera sombría.
Tragué seco e intenté controlarme para procesar mis ideas.
— Sé que me dirás que le pida perdón a mi madre, pero lo hice porque no toleraba que ella se burlara de tu memoria, con él. . .
Mi corazón se aceleró y después comencé a contarle todo lo que había sucedido con Phinneas, lo que le había hecho a mi madre, lo de mi posterior embarazo y en ese punto tenía que detenerme.
—No pensé que sucedería algo así, de verdad que no quería —enjugué una lágrima — En ese momento no pensé que fuera a afectarme después, pero terminé con ese embarazo, eso lo sabes, sin embargo; ahora no puedo volver a ser madre, cuando quiera realmente darte un nieto, no podré hacerlo.
Mis lágrimas cayeron por las comisuras y mis pestañas estaban empapadas por la tristeza que estaba embargándome en ese momento.
—Lo siento papá, de verdad lo siento; sé que no estás orgulloso de mí, pues tampoco lo estoy de mí, me repudio a misma.
Los sollozos salieron de mi interior con fuerza y me acosté sobre el césped que rodeaba su lápida, era como estarlo abrazando sin estarlo haciendo realmente, pero era lo único que tenía. Hace tantos años que lo tenía lejos de mí, que estaba segura que si hubiera recibido una caricia más o hubiera puesto más atención a su amor no habría hecho nada de lo que últimamente había pasado.
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«Oscuros Secretos» [Una historia de Harry Potter]
FanficTodos se han maravillado conociendo el grandioso y luminoso lado del mundo mágico. En especial de Hogwarts. Sí, Hogwarts. La escuela de magia más prestigiosa de ese mágico mundo que no todos pueden ver con sus propios ojos. Pero al parecer hay algo...