Ces - 51 Nueva Especie

Capítulo 7 - El despegue

Era una espléndida mañana de finales de invierno. Ya habían pasado 2 o 3 años desde que Irina y Lucía se habían presentado en las selecciones de astronautas y 1 año desde el primer entrenamiento para la misión, ya tenían 14 años. Eran las 5:14 de la mañana e Irina y Lucía se habían despertado, tenían que madrugar para hacer todos los preparativos. A las 12:00 despegarán en la misión Ces - 51. Estaban tan nerviosas que apenas durmieron unas horas.

Ya se tenían que preparar para la misión. Se vistieron con sus mejores ropas, llevaron a Luna y las llaves de su casa a la pareja de ancianos, y finalmente se dirigieron a la sede de la NASA.

Cuando llegaron se encontraron con el resto de tripulantes, se saludaron entre ellos y fueron al despacho del director de la NASA.

- Muy bien, estáis todos. En primer lugar os deseo mucha suerte en vuestro viaje, pero tenemos que ir al comedor a tener un desayuno energético porque sino se nos va a hacer tarde - dijo Erwin sonriendo a todos.

Después de desayunar y prepararse para la misión cuando todos estuvieron listos en el cohete para el despegue.

- ¡11, 10, 9, 8, 7, 6 ! - gritaron en la sala de control de la NASA.

Irina estaba tensa, estaba sentada justo a la izquierda de Lucía y a su derecha estaba Alyssa, Lucía en cambio estaba con los ojos cerrados y le saltaban las lágrimas de los nervios. Alyssa estaba mirando una foto mientras sonreía como siempre.

- ¡Menos 2 segundos para el despegue! - dijo una voz robótica en el interior de la nave espacial Ces - 51. - Brazo de conexión a la plataforma retraído -

Irina trago saliva y se ajustó el cinturón de la comandante de la nave (ella). Por fin había llegado el momento. Ya no podía bajar de la nave. Faltaban pocos minutos, que pasaban muchísimo más rápido que el último entrenamiento con George (el monitor), faltaban segundos para que dejara atrás el planeta Tierra y saliera disparada hacia Marte.

Ahora ya habían retraído el brazo de conexión con la plataforma de lanzamiento, hacia el puente se su nave y el exterior, Irina había perdido la última. oportunidad de echarse atrás.

Aquella era una de las últimas fases antes del despegue. Significaba que las escotillas de conexión se estaban cerrando. Y no solo eso: se estaban sellando con la ultra protección. Ahora, aunque las golpeara y rogara que la dejaran salir, ya no habría nadie al otro lado que pudiera oirlo. Los astronautas estaban a solas con su poderosa nave, a tan solo unos segundos del despegue. No había nada que hacer, salvo esperar que la cuenta atrás para el despegue llegará a cero.

- Menos 3 segundos para el despegue. Ejecuten la UPA - Las UPA (Unidades de Potencia Auxiliar) la UPA ayudaba a dirigir la nave durante el lanzamiento y el aterrizaje. Funcionaban con tres células de combustible que llevaban ya horas en marcha, pero aquella orden hizo que la nave comenzara a zumbar como si cobrara vida, como si la nave supiera que su momento del despegue estaba próximo.

- Menos 2 segundos, activen la UPA - dijo la voz.

Irina notaba mariposas en el estómago. Lo que más deseaba en el mundo era viajar de nuevo al espacio. Y ahora estaba allí, a bordo de una nave de verdad, con astronautas y amigas, esperando en la plataforma de lanzamiento, lista para el despegue. Era emocionante y aterrador al mismo tiempo. ¿Qué pasaría si hacía algo mal? Ocupaba el asiento de la comandante, lo que significaba que era la encargada de manejar la nave. Junto a ella se sentaba su piloto (Nick), que hacía las funciones de ayudante del comandante.

- Menos 2 segundos. Motores en posición de lanzamiento, cierren los visores. -

«Pronto estaré en el espacio flotando», pensó Irina. Los tres motores y los dos cohetes propulsores sólidos proporcionarían velocidad durante los primeros segundos del despegue, cuando la nave se estaría desplazando a más de ciento sesenta kilómetros por hora, antes incluso de abandonar la torre de lanzamiento. ¡Solo tardaría ocho minutos y medio en alcanzar una velocidad de unos veintiocho mil kilómetros por hora!