Ces - 51 Nueva Especie

Capítulo 12 - Un viajero interestelar

- ¿Como que pequeñas ondas? nuestra nave está en una posición perfecta alineada con la neve desconocida, es imposible que no llegan bien las hondas, además está a 95 metros, están muy cerca - replicó Irina mirando la pantalla donde llegaban las ondas.

- Es raro, pero tendremos que esperar a que llegue una onda con algún mensaje - dijo Lucía

- Clin - sonó un clin

- Ha llegado un mensaje de voz y otro de texto - grito Alyssa, Lena, Irina y Lucía fueron coriendo junto Alyssa para ver el mensaje.

Alyssa primero abrió el mensaje de texto.

- "Estimadas tripulantes del Ces - 51;

Gracias por contactar con nosotros, yo soy un comerciante interestelar acompañado por mi hijo y mi esposa. Viajamos por los confines de los cosmos vendiendo nuestros productos. Mi nave se llama Jum- Coumer, la heredé de mi padre, mi madre de su padre, su padre de su padre, ha pasado de generacion en generacion. Es muy vieja esta nave, pero ha sido restaurada varias veces. Seguramente no es una nave identificada por que es muy vieja. Tienes cientos de años, y nunca, ningún ancestro mío la ha llevado a la tierra para que la califiquen como una nave identificada comerciante. Será por eso que no ha sido identificada. Sobre el tema de 1 kilómetro de distancia sobre nuestras naves, me he ido acercando porque quería venderles unos nuevos productos que vendemos. Si necesitan algo diganlo. Respetaremos la distancia deseada. Si necesitan algo contacten con nosotros.

Cordiales saludos, Kimball Coumer." - leyó Alyssa en voz alta

- Ahora miremos el mensaje de voz - sugirió Lena

- Vale - respondió Alyssa clickeando en el mensaje de voz

- "This file is not available" , pone que no podemos entrar en el mensaje de voz - dijo Alyssa arqueando la ceja

- Que raro... - dijo Irina

- Se lo comunicare a la NASA - dijo Lena alejándose

- Vuelve a clickear - sugirió Lucía, Alyssa volvió a clickear

- No funciona, da igual - suspiro Alyssa levantándose del asiento

Lena vino corriendo,

- La NASA dice que le demos una bienvenida al comerciante, dice que quiere que la familia y el comerciante entren en nuestra nave que le quieren dedicar una palabras por una llamada - dijo Lena

- Vale, tu envias el mensaje Lucía - dijo Irina

En unos minutos la nave misteriosa del comerciante ya estaba pagada, junto la nave, Ces - 51. Todos los tripulantes del Ces - 51 estaban muy nerviosos.

- Bienvenidos - dijo Lena invitando a la familia de comerciantes interestelares. Delante había un hombre bajito y corpulento. Tenía una pequeñita cara sonrojada, unos pequeños ojos verdes y una gran nariz larga. Tenía el pelo marrón miel, ondulado y corto.

Justo a la derecha de este había una mujer, alta y delgada (todo lo contrario del hombre). Tenía una cara larga y estrecha, unos pequeños ojos verdes, una pequeña nariz larga y estrecha. Tenía el pelo cortito hasta el hombro, lacio y rubio. 

Está, la mujer (que seguramente era la esposa del misterioso comerciante) tenía cogida de la mano a un pequeño niño de unos 4 años aproximadamente. El pequeño niño tenía el pelo color miel, unos serios, profundos ojos verdes como las hojas de un matorral. Tenía unas hinchadas mejillas rosadas combinadas con sus múltiples pecas.

- Hola, esta es mi esposa y mi hijo - se presentó el hombre - Yo me llamo Kimball Coumbal, mi esopsa se llama Susan Brown y mi hijo Alexander Coumbal Brown -

- Encantadas, nosotras somos, Irina, Lucía y Alyssa - presentó Lucía invitándoles a entrar

- Les hemos pedido que vengan a nuestra nave dado que la agencia espacial NASA quiere darles unas palabras - comento Alyssa dandole un codazo a Irina para que hablara.

- Si, si la NASA quiere hablar con ustedes - improviso Irina nerviosa

- ¿Por qué? - preguntó el comerciante interesado

- La NASA le quiere comunicar unas palabras, no nos ha dicho el motivo - argumento Alyssa

Se dirigieron a la sala de control.

La sala de control era una gran sala redonda, pantallas a cualquier lado que miraras, botones raros, teclas y habían 4 grandes pantallas. Cada tripulante controlaba una, la de Irina era la más grande y con más información ya que era la capitana.

- Esta es la sala de control - exhibió Irina

- Oh - murmuró el niño pequeño fascinado

- Que grande, yo diría que es más grande que mi nave - suspiro el hombre.

En ese mismo instante los altavoces temblaron.

- La NASA desea hablar con ustedes - dijeron los altavoces

Y en la pantalla más grande de todas aparecido la sala de control de la NASA.

- Estimados viajeros comerciantes interestelares, deseamos hablar con ustedes - dijeron desde Houston

- Sería un honor - dijo el hombrecito seguido por su mujer y su hijo

- Sería un gran favor que las astronautas; Lucía, Irina y ALyssa abandonaran la sala y nos dejaran hablar en privado con los comerciantes interestelares - ordenó la NASA

Lucía, Irina y Alyssa replicaron pero la NASA no cedió, las tres chicas salieron perturbadas.

- Me pregunto por qué no nos dejan estar allí - dijo Alyssa suspirando.

- No se... me da la sensación de que van hacer algo extraño, la NASA - replicó Irina

Pasaron minutos, nadie salía de la sala de control, horas y nadie salía, las chicas empezaban a ponerse nerviosas pero entonces abrieron la puerta.

 Salió la familia de comerciantes interestelares serios, muy serios, el niño pequeño estaba lloriqueando.

Las tres chicas miraron a la famili que se dirigía a la puerta de la nave Ces - 51. La familia tenía un aspecto triste y serio, era muy raro. Todos miraban fijamente al suelo.

Las chicas se miraron confusas.

- ¿Estáis bien? - pregunto Alyssa acercándose a la familia

- Sí - dijo el hombre sin apartar la mirada del suelo.

La familia se puso los trajes para salir al espacio y entrar a su nave.

En cuanto la familia se fue la nave de la familia de comerciantes interestelares salió disparada a la dirección contraria del Ces - 51, en dirección a la tierra.

- Me pregunto qué les habrá dicho la NASA... - suspiro Lucía

- Pobrecitos - dijo tristemente Alyssa

Lena, durante todo este tiempo había permanecido encerrada en su habitación, no se había enterado de absolutamente nada.

- Creo que lo mejor que podemos hacer es descansar un poco, yo me voy a dormir - dijo Irina dirigiéndose a su habitación - Buenas noches - Alyssa y Lucía hicieron lo mismo.

CONTINUARÁ EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

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