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-Una vez más, Joaco... Por favor...

Una encantadora sonrisa sobre los labios del menor fue necesaria para que Joaquin cediese a lo pedido. Por esto, fue que Joaquín nuevamente se acercó al rostro de Emilio, y, posicionando la punta de sus narices juntas, comenzó a mover su cabeza de un lado a otro, sobando las puntas de sus narices en un acto de ternura, que al castaño acabó por fascinarle. 
Joaquín se retiró, sonrojado, y no pudo evitar sonreír amplio cuando Emilio también lo hacía.
La situación era cotidiana en una pareja, pero bastante extraña para ellos. Sobre la cama de Joaquin, otra vez en su departamento, ambos se hallaban recostados junto al otro,  abrazándose y llenándose de mimos como el más reciente. Los brazos de Emilio no sentían intenciones de retirarse del cuerpo de Joaquin, y este último no deseaba que lo hiciese. Tenían al menos una hora besándose y acariciándose inocentemente y no parecían tener intenciones de acabar con lo hecho.

-¿Qué dirías si... Te digo que me gustas, Joaco? -Dijo Emilio, un par de segundos después de largas miradas silenciosas y misteriosas.

Joaquin acarició la mejilla de Emilio con su pulgar, para luego besar donde habría dejado la caricia, y posteriormente sonreírle con sus ojos llenos de ternura y alegría.

-Diría que es muy apresurado. -El rostro de Emilio no tuvo la oportunidad de deformar su semblante de felicidad a uno de disgusto, puesto que los labios de Joaquin sobre los del menor fueron más rápidos como para detenerlo- Diría que es una locura. -Volvió a besarlos, un poco más intensamente esta vez, pero con la misma sagrada inocencia- Que me gustas mucho más. -Dejó variedades de pequeños besos sobre los labios de Emilio- Y que no siento que me interese lo loco que sea esto. Solo que quiero esto... Demasiado.

Esta vez, fue Emilio el que sostuvo la nuca de Joaquin para atraerlo hacia sus propios labios, y comenzar a besarlo lenta y profundamente. 
A Joaquin  le sorprendía lo rápido que Emilio tomó la iniciativa de un beso. Besaba como un experto, y probablemente solo era la primera vez que besaba a alguien. 
Emilio sobaba la piel de Joaquin sobre sus ropas, a la par que que el mayor jugueteaba con los cabellos de su nuca. Ambos estaban realmente pegados al cuerpo contrario. Se hallaban de costado, sus anatomías pegadas, y sus respiraciones agitadas.
Entonces, Emilio comenzó a descender sobre el cuerpo de Joaquin. Se acomodó mejor sobre este, pero no detuvo el beso. Se había transformado en algo mucho más salvaje, y a pesar de que la conciencia de Joaquin le jugaba en contra, él solo... Deseaba cada parte de Emilio.
Pero Joaquin tenía otra idea. Por lo que, cuando sintió de inmediato su cuerpo contra la cama, se alzó nuevamente, sin romper el beso, y tomó asiento sobre los muslos de Emilio. Sus brazos se enlazaron alrededor de su cuello, mientras que las frías manos de Emilio acariciaban la piel de Joaquin, esta vez, directamente.
Las manos del castaño comenzaron a descender poco a poco, hasta que se hallaron en los glúteos. Solo ahí, Emilio rompió el beso, con la respiración agitada, tan solo para besar el cuello del muchacho sobre él.

-Emilio... Yo...

-Dime, Joaqun... -Emilio buscó los ojos del muchacho- ¿Lo deseas?

-Y-yo lo...

TOC. TOC. TOC.

Casi como automáticamente, las respiraciones inclusive dejaron su presencia. Ambos se observaron casi con algo de pena, antes de que Joaquin diese un suspiro y se deslizara de los muslos de Emilio.

-Yo iré, Joaco... -Le dijo sobando el dorso de su mano, antes de levantarse e ir en dirección a la puerta del departamento.

Joaquin, mientras, se estiró sobre su cama. Mierda. No podían tocar en peor momento. Incluso ya estaba húmedo y preparado para decirle a Emilio que todo su ser lo deseaba.
Entonces, escuchó la puerta cerrarse de golpazo otra vez.

Joaquin, con el ceño fruncido, fue a la puerta, donde se encontró con Emilio haciendo una adorable mueca de disgusto, y sus brazos cruzados, sobre la puerta.

-¿Q-q-quién...

TOC, TOC, TOC.

-¿Jo-Joaquin, estás? S-soy Mauricio.

•••

Voten y comenten.

Oigan tengo otra adaptación, quizá la suba en la noche. Espero les guste.

Adiós.

Conejito «Adaptación»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora