-¡Y-yo no sabía Joaco! ¡Y-yo... L-lo sie-siento...
Okay, esto estaba siendo muy duro. Emilio había comenzado a sollozar, y a cubrir su rostro con sus delgadas manos. La imagen era adorable, pero le rompía el corazón imaginar siquiera, que ese conejo-humano estaba llorando.
Joaquín no tardó demasiado en acercarse a Emilio, y rodearlo con sus brazos, sujeto en un abrazo reconfortante, mientras sobaba su espalda.-Emilio... No llores, bebé...
Vale, demasiado misterio.
Emilio quería hacer feliz a Joaquín, ¿No? Todos sabemos esa parte de la historia. Pero, cuando Emilio llevó a Joaquinn... Vale, mejor leánlo ustedes.←←←....
Emilio tomó la mano de Joaquin, fascinado con la diferencia de ambas juntas. Los dedos de Joaquin eran rellenos y adorables. Emilio sonrió, y sujetó su mano con fuerza.
- Joaquin, ¿Sabes que hoy hay una lluvia de estrellas?
Joaquin no lo sabía. Sus ojos centellearon con el predicado. De niño, solía amar las estrellas. Pegaba estrellas en su techo, dormirse creyendo que por fin había llegado al espacio. Emilio lo sabía, y era una situación muy oportuna.
-¿De-de verdad?
Emilio asintió, sonriente.
-Vamos a verla juntos.
Joaquin sonrió ampliamente, abrazándose del cuello de Emilio. Estaba muy ansioso. Emlio era como un genio cumple deseos.
Sintió mariposas y una sonrisa estirarse en sus labios, cuando los brazos de emilio abrazaron su cintura con fuerza. Joaquin besó su mandíbula.-Gracias por esto, Emilio... Es tan extraño aún... Pero, yo...
-Shh... -Lo silenció, observándolo esta vez, con una sonrisa- No tienes que agradecerme, Joaco... Esto te hace feliz, ¿No? -sonrió- Ese es mi cometido.
Joaquin podía ver estrellas y muchos colores en los ojos de Emilio. Había una sensación extraña estancada, y ninguno parecía querer reaccionar. Solo eran sus miradas debatiendo. Pero entonces, Emilio comenzó a acercarse al rostro de Joaquin, y este no podía reaccionar. Estaba inmóvil. No sabía por qué. Él debía pararlo. Pero estaba cerrando sus ojos. ¡Había cerrado los ojos! ¡Ábrelos, Joaquin! ¡Deténlo!
Pero entonces, los labios de Emilio fueron presionados sobre la frente de Joaquin.-Te quiero, bebe...
Joaquin estaba sin palabras.
-Y-yo... Y-y yo te quiero, Emilio...
•••
-No estoy seguro. Es difícil saberlo. Tengo apenas unas horas o un día siendo humano. Pero, antes de pertenecerte como mascota, me contaron que habían ciertas comidas bastantes llamativas. Quiero probar un Hot Dog hace años. Enserio.
Joaquin no pudo evitar carcajear.
La situación estaba tan bien. Solo eran ellos en los pasillos del barco en el que estaban, observando las estrellas reflejadas contra la luminosidad y brillo del mar. El viento golpeteaba sus cabellos, pero no se inmutaban siquiera a pensar en lo helado de la noche.
Había tanto silencio a veces, y no era realmente incómodo. Ambos estaban de pie, contra la barandilla, observando la luna, las estrellas, y aunque no quisieran reconocerlo, muchas veces observaban al otro cuando estaba desconcentrado.
Era tan extraño, y cómodo a la vez.
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Conejito «Adaptación»
Fiksi PenggemarEsta es una adaptación. Todos loa derechos a la autora original: @dumbggukie Gracias por dejar adaptarla. «Bebé, ya no soy un conejito. Pero si quieres, podemos hacer lo que los conejos hacen».