Capítulo IV

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Yoshiko estaba esperando a sus amigas sentada cerca a la salida de la escuela ya que las tres irían a casa de You a pasar el rato como ya era costumbre los viernes, esta vez habían decidido también hacer una pijamada, no tenía idea de por qué Hanamaru y You habían decidido hacer una reunión así de la nada empezando el año, pero ella estaba de acuerdo en ir. ¿Qué era lo peor que podía pasar?

La castaña estaba en la biblioteca escolar devolviendo unos libros, mientras que You estaba en una reunión con su club de natación, así que aprovecho su tiempo a solas para simplemente no hacer nada y escuchar su música en paz mientras se preguntaba, como siempre lo hacía en sus momentos de dudas existenciales, el por qué alguien como ella podía adorar tanto a las idols, sobre todo a la gran Kobayashi Aika de Guilty Kiss, sus artistas favoritas, eran tan simpáticas y claro que su voz, talento y profesionalismo tampoco se quedaban atrás, se quedó pensando en sus amadas idols un rato más...

Mientras detrás suyo acechaba la persona menos conveniente, nada menos que Sakurauchi Riko.

— ¡Yoochan! — la pelivino se sentó junto a Yoshiko, le dio un pequeño beso en la mejilla izquierda y recostó la cabeza en su hombro mientras la abrazaba, por su lado la peliazul estaba en shock por la presencia de Riko y el apodo que había usado esta vez, su cara reflejaba algo como si un espectro se le hubiese aparecido.

— Hola Rikako — Riko se le quedó viendo raro a Yoshiko, esta solo se golpeó mentalmente por haber mencionado a Rikako Aida, que estúpida, estúpida, muy estúpida.

— ¿Quién es ella? — Riko parecía bastante confundida ya que Yoshiko la había llamado por otro nombre ¿Acaso tenía algo en contra del nombre Riko?

— Nadie, lo siento, me confundí, es que se parecen ¡los nombres! — Yoshiko sonrió nerviosa y Riko pareció restarle importancia al asunto. Ahora que lo pensaba bien no estaba del todo equivocada diciendo que ambas chicas se parecían un poco, aunque eso era ridículo ¿no?

— Como sea ¿qué haces por aquí a esta hora? — era raro ver estudiantes que no pertenecen a algún club rondando por la escuela cuando las clases ya habían terminado.

— Nada, solo escuchaba música para distraerme mientras espero a mis amigas ¿y tú? — a Yoshiko también se le hacía raro ver a Riko allí sola, sin Dia o alguna persona de su séquito de chicos y chicas populares.

— Solo pasaba por el consejo para buscar algunos papeles que Dia me encargó, y como te vi quise saludarte — a pesar de que Yoshiko sabía que tipo de persona era Riko, una parte de ella creía en cada palabra y gesto suyo, "¿Por qué me haces esto Sakurauchi Riko?" pensó Yoshiko con la mente en otra galaxia, de por sí ya era lenta y tener a Riko alrededor dándole un abrazo como si fuera un peluche no le ayudaba mucho.

— ¿Parezco un peluche? — Yoshiko se hizo esa pregunta mentalmente y por alguna razón a su cerebro se la había ocurrido la gran idea de llevarla a su boca para luego ser pronunciada en voz alta.

— Algo así, eres tan linda como uno ¿Te molesta que te abrace? Realmente eres cómoda — ¿Acaso la había llamado linda? Yoshiko siempre se considero a sí misma lo contrario a linda, más bien de esas chicas raras y frikis que no socializan casi y pasaban en su cuarto jugando videojuegos para evitar la interacción con otras personas, realmente no sabía cómo tenía amigas que la apreciaban tanto.

— No me molesta, solo que... Me recuerda a la primaria cuando me abrazabas por largos periodos de tiempo, eso es todo. — realmente no podía pensar una buena excusa en ese momento, la astuta, audaz y acertiva Yoshiko no podía existir en un mismo plano cuando se trataba de Sakurauchi Riko.

— Tienes razón, recuerdas esa vez que te invité a mi casa y... — Riko se quedó mirando a Yoshiko con una mirada expectante y algo ¿pícara? esperando alguna respuesta, como si de verdad hubiesen hecho algo memorable, Yoshiko solo apartó la mirada.

— No entiendo porque pones esa cara, no es como si hubiera pasado algo muy interesante esa vez — de hecho las dos chicas en ese momento de quinto primaria habían hecho varias cosas pero nada memorable, al menos Yoshiko no recordaba algo más interesante que el montón de dulces que comieron, la broma que le hicieron a Dia y esa película donde...

Oh, ¿y si a eso se refería Riko? La película de esas chicas mágicas que resultó ser más romántica de lo que esperaban, recordaba esa película indecente era protagonizada únicamente por chicas y... Prefería no recordar eso o tendría alguna de sus hemorragias nasales.

—No es nada, olvidalo, ya tengo que irme, nos vemos, linda. — Yoshiko pensaba que Riko era consiente del efecto que tenía el llamarla linda, eso la fastidiaba y avergonzaba un poco.

— ¿Es una broma? Si de verdad quieres empezar a salir con ella podrías pedirnos ayuda para coquetear en lugar de dar a entender que no quieres nada con ella ¿sabes? — era la voz de Hanamaru, su tono de voz denotaba sobre todo sarcasmo y enojo, Yoshiko quería salir corriendo pero sus piernas no se lo permitían, todo su cuerpo se había paralizado.

— Zuramaru... — la mirada de Hanamaru hablaba por si sola, la peliazul parecía estar de todas las formas menos bien.

—No haré nada esta vez — Yoshiko respiró aliviada — Sin embargo le informaré todo a You — su antes alivio se multiplicó en miedo, estaba frita.

You había apercido en escena dispuesta a dar un anuncio probablemente asociado a su club de natación pero decidió no decir nada al ver el semblante sombrío que tenían Yoshiko y Hanamaru.

— ¿Qué hizo Yoshiko ahora? — You estaba preparada para tomar las medidas necesarias para tratar con Yoshiko, ya tenía una idea de qué, o más bien quién había pasado.

— Deberías haber visto, se abrazaron acurrucadas y esta señorita de acá se sonrojo bastante cuando ella la llamó linda, toda una toma de película, hasta parecían ser algo especial — decía Hanamaru con una voz chillona e irritante, ni siquiera tuvo que nombrar a la pelivino, You ya sabía perfectamente de quien se trataba, su mirada reflejaba que le daría una lección "especial".

— ¡Cielos Yoshiko! — exclamó enojada You — ¡Si tanto la quieres ve con ella! — la expresión de You se tornó notablemente sombría ante el corto relato de la chica zura, la peliazul tenía dos opciones, correr por su vida o enfrentar las consecuencias de sus actos.

Claramente tomó la decisión más acertada, corrió como si su vida dependiera de ello, lo cual no era del todo erróneo. Después de unos minutos You era quien perseguía a Yoshiko ya que Hanamaru había tomado un "pequeño descanso" para tomar agua y de paso comer algo de pan para recuperar energías.

— ¡Tsushima! — gritaba You mientras perseguía a la mencionada como si de una cazería se tratara.

— ¡Nunca me atraparas! ¡Soy muy joven para morir, acabe de cumplir 15 años! — Yoshiko seguía corriendo como si no hubiese un mañana pero como siempre su suerte de ángel caído tenía que pasarle una mala jugada, terminó sin fijarse por donde iba y se chocó con una columna.

Se supone que actualizo mañana, y lo haré, pero quise subir este hoy porque si.

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙪𝙣 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙘𝙝𝙤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora