Capítulo XX

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— ¿Está todo bien? — preguntó Dia al ver la cara de Riko en un estado lamentable, su cabello no estaba tan peinado y perfecto como era normalmente, tenía ojeras casi invisibles ya que nunca antes las había poseído y sus mirada estaba algo decaída.

— No dormí muy bien. — mencionó mientras seguía caminando a su aula — Estaba cuidando de Lily mientras mamá no estaba. — mintió, su madre estaba en casa, pero aún así tuvo que cuidar de su hermana porque esta no quería dormir.

— Entiendo. — Dia decidió no preguntar más nada — ¿Entonces, ya te vas a rendir con ella, verdad? — mencionó Dia al ver a Tsushima intentando equilibrar una botella en su cabeza mientras Chika y You la animaban y Hanamaru observaba.

— Por su puesto — hizo una pausa, Dia creyó por un momento que de verdad se estaba rindiendo — que no — terminó, observando a Dia diciendole con la mirada "ingenua".

— Que idiota — soltó Dia cuando observó que Yoshiko cayó al piso y la botella con agua que balanceaba se derramó mojando parte de sus piernas —, tus gustos son demasiado extraños, puedes conseguir algo mejor.

— ¿Qué dices? Para mí no lo hay. La quiero a ella, no descansaré hasta conseguirla — dijo con un tono plagado de determinación mientras observaba a la torpe Tsushima levantándose del suelo mientras observaba su ropa empapada. La única solución que la peliazul encontró al parecer era atar su suéter en su cintura. Por su parte Dia observaba las risas contagiosas de Hanamaru, Chika y You.

Ahora que Dia lo pensaba ¿Qué se traía Chika con You y por qué pasaban tanto tiempo juntas? ¿Acaso eran tan amigas? Bueno, ambas habían estudiado juntas toda la vida, pero nunca habían sido así de cercanas por lo que Dia sabía.

— Tsushima es tan idiota, solo déjala. — volvía a insistir, hacer que Riko dejara de ir tras ella era una tarea complicada. Todo lo que debía hacer por un simple favor.

— Tal vez lo sea, pero será mi idiota, ahora deja de molestar. — Riko frunció el ceño y sonrió. Dejó a Dia atrás y fue directo a su salón. Luego de esa conversación su estado ya no se veía tan deplorable, tendría que ir a peinar su cabello correctamente luego.

Yoshiko y su "pandilla" (excepto Hanamaru) entraron al aula y tomaron sus respectivos asientos, Yoshiko junto a You detrás de ella, y Chika en la última fila. Cuando Chika pasó junto a Riko le guiñó. ¿Qué se traía entre manos? Se preguntó Riko de nuevo. Chika estaba algo extraña últimamente ¿por qué le pidió a Mari que la ayudara a cambiarse al mismo aula que ella?

Riko de verdad no entendía nada, solo quería pasar tiempo con cierta chica porque ya no tenía impedimentos, incluso tenía apoyo de la misma persona que se lo impedía ¿por qué algo le saldría mal? Todo iba a salir como ella quería, o eso esperaba.

Cuando la clase culminó y el descanso comenzaba, Riko fue al aula de Dia, le dijo que la esperara un momento porque iría al baño a arreglar un poco su cabello, no quería pasar un segundo más así.

Ya en el lugar, se quedó frente al espejo mientras intentaba arreglar un poco su peinado. Mientras estaba en su tarea escuchó unos susurros en el rincón detrás del último cubículo.

— Eso es estúpido, nos descubrirán — esa era ¿Watanabe? ¿Con quién hablaba?

— Tal vez tengas razón — ¿Chika? — ¡Pero sería más fácil si también dieras alguna idea! Todo yo, todo yo — definitivamente se trataba de Chika, pensó.

— Ya callate, alguien nos escuchará, cualquiera puede entrar y tal vez no nos dimos cuenta. — Riko al escuchar esas palabras de You inmediatamente de escondió tras el cubículo junto a la puerta y rogó porque You no la descubriera.

— Esta bien, supongo que no hay nadie. — afirmó You, aliviada, porque hace unos momentos se sentía vigilada.

— Te dije que podíamos discutir aquí, nadie viene a los baños de la escuela en este sector, siempre van a los del otro lado porque son mejores. — dijo Chika orgullosa de su descubrimiento, de verdad nadie iba a ese baño, Riko solo llegó allí porque sabía que no habría nadie y podía usar el espejo más cómodamente, no quería que nadie notara las ojeras que pensaba maquillar.

— Sí, sí, lo que sea, ya tengo una idea. — Riko se dispuso lo más atenta que pudo, por fin tendría una pista de los planes que esas dos se traían entre manos.

— Yo me haré pasar por la presa y le escribiré algo al cazador, después tú debes entrar y convencer a cazador de que todo era verdad. — susurró You al oído de Chika. Fue lo suficientemente lista como para saber que debía prevenir por si alguien infortunio escuchara por casualidad, inclusive uso nombres claves.
Y en efecto, Riko no entendió nada más que susurros que no supo interpretar.

— Pero ¿puedes imitar su letra? Será complicado. — preguntó Chika, cosa que Riko sí pudo escuchar ya que Chika no cuidó su tono de voz, estaba algo sorprendida. ¿En qué demonios estaban pensando? Preguntas y más preguntas se formaban pero ninguna respuesta aparecía.

— Claro que puedo o yo veré cómo me las ingenio luego, tú solo encargate de tu parte cuando te lo pida ¿está bien? — Riko escuchó pasos, por lo que rápidamente corrió del lugar para no ser descubierta.

— No puede ser, había alguien aquí espiando nos. — los pasos de Riko fueron rápidos pero no discretos, You y Chika pudieron escuchar perfectamente que había alguien allí.

— Tampoco te preocupes demás, tal vez era una chica cualquiera que nos escuchó por curiosidad, no podemos ser tan desafortunadas como para que fuese alguien que conocemos. — explicó Chika tratando de aligerar la tensión de You.

— Tienes razón, pudo ser cualquiera. Posiblemente ni siquiera nos conoce y solo escuchó nuestras voces sin saber quienes somos. — You también intentó relajarse, las posibilidades de que las atraparan no eran muy altas, nadie de su grupo solía ir allí.

Así, ambas chicas salieron de allí para encontrarse con sus respectivos grupos durante lo que restaba del descanso.

Chika fue en busca de Riko y Dia, ambas estaban en una mesa, también acompañadas por Kanan y Mari.

— Tu cabello sigue siendo un desastre, dejame arreglarlo un poco. — mencionó Mari mientras intentaba peinar un poco a la pelivino, la cual solo se quejaba, por alguna razón Riko tenía una toalla rosa pequeña entre sus piernas.

— Pareces una loca ¿donde quedó Riko "la perfecta" Sakurauchi? — mencionó Chika y todas en la mesa rieron, molestar a Riko era definitivamente de sus cosas favoritas. Era su forma de demostrar su cariño sin ser empalagosa, si lo era podrían descubrir su enamoramiento y sería su fin definitivo.

Nadie podía saberlo y tenía la esperanza de que You nunca la expusiera.

𝙎𝙤𝙡𝙤 𝙪𝙣 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙘𝙝𝙤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora