Cuando le gustas a alguien ➳ NCT[Johnmark]

C.10.2 Capítulo especial: Lo que pasó (Jaeyong)

Mark y Johnny salieron de la habitación, y Taeyong recibió una propuesta increíblemente indecorosa por parte de un chico que casi tenía la edad de su querido hermano menor, por lo que no pudo evitar soltar una carcajada.

—Por favor, no seas ridículo.

—¿Tienes miedo? —la arrogancia reflejada en el rostro de aquel muchacho hizo encender las luces rojas dentro de la cabeza de Taeyong, quien, cruzándose de brazos, trato de marcar una línea invisible entre ambos.

—¿Miedo? No te conozco, y no soy de esos que... se acuestan con gente solo porque sí.

—Es una lástima —Jaehyun se acercó, mirándolo con tal lascivia que el corazón de Taeyong se aceleró, tragó saliva y retrocedió, no podía dejar que su libido se descontrolara—. Podría hacer que te vinieras solo usando mi mano.

—¿Acaso eres un enfermo? —Taeyong podría haberse ido, pero a pesar de la negativa que le daba al contrario, era innegable que sentía gran atracción por él, no estaba seguro del motivo, quizá su exceso de confianza y arrogancia, o su bonito rostro, o el bien trabajado cuerpo que podía apreciarse aún encima de la ropa, en contraste con el suyo, que era pequeño y menudo, sin grandes músculos.

—Solo disfruto de mi juventud —lo arrinconó contra una encimera, la frialdad de la formica traspaso la tela de su camisa, haciendo que un escalofrío recorriera su espalda—. Nunca he obligado a nadie a hacer lo que yo quiero, pero haces que me sienta tentado a cosas increíblemente inapropiadas.

—¿Eso le dices a todos? —Taeyong comenzaba a sentir algo palpitando dentro de su ropa interior ¿en serio se estaba excitando por aquellas vulgares palabras?

—¿Habría algún problema si así fuera? No soy un romántico.

Taeyong estaba sin palabras, mirando aquellos lascivos ojos, sentía como si ya estuviera desnudo frente a ellos, dándole una extraña sensación de vulnerabilidad.

—Podrías tener alguna enfermedad sexual —el menor dejó escapar una risa antes de liberarlo del encierro, Taeyong por fin pudo respirar.

—No la tengo —fue hasta donde las margaritas, alguien entro en la cocina, llevándose tres charolas de las bebidas ya preparadas—. Pero en serio, tengo unas ganas increíbles de follarte.

Vaya sinceridad, Taeyong se aclaró la garganta, tratando de disimular el sonrojo de sus mejillas, nadie le había dicho aquello, especialmente porque el no estaba acostumbrado a ser el de abajo, aún con aquel aspecto, pues su exnovio había sido aún más menudo y delgado que él.

—Nunca he dejado que me follen —Jaehyun se mordió los labios.

—¿Qué más no has dejado que te hagan?

—No voy a discutir mi vida sexual contigo, ni siquiera me has dicho tu nombre.

—Jaehyun, alias: tu camino al paraíso.

—Tienes demasiada confianza en ti mismo —recibio un asentimiento—. No conseguirías hacerme terminar ni con una hora de tiempo —Jaehyun se aproximó a él, apoyando su mano sobre su hombro.

—Voy a hacer que luzcas como un eyaculador precoz.

Taeyong no respondió, las palabras estaban de sobra, Jaehyun, colocó una mano en la nuca contraria, dejando un beso sobre sus labios, evaluando la reacción opuesta; al no recibir una negativa, volvió a tomar los labios ajenos, esta vez con un poco más de rudeza, sus manos bajaron hasta los muslos de Taeyong, levantándolo sobre la encimera; la lengua de Jaehyun se hizo paso en la cavidad del mayor, jugando en aquel territorio inexplorado de una forma experta.