Regina se quedo helada, ahí sentada en frente de ella, mientras ella seguía sonriendo con esa sonrisa tan típica de ella. Traía el pelo un poco mas largo y estaba mas en forma pero sin duda alguna era ella.
-¿Ningún abrazo? –dijo ella mientras estiraba sus brazos
-Tu... tu... es imposible. El auto, yo vi cuando te atropelló –dijo Regina tratando de no tartamudear.
-¿En serio pensaste que morí? Regina, ¿crees que soy los suficientemente estúpida como para pararme en medio de la pista? Sabía que Killian no pararía así que tuve que dejar que ese auto me tumbara.
-Eres... eres una... idiota-grito Regina dándole un golpe en su hombro. Kathryn rió.
-¿Qué? ¿ya pensabas ponerle a tu nuevo bebe Kathryn en mi honor?
-¿Qué? ¿Y como sabes lo del bebé?
-He estado tratando de hablar contigo pero tu guardaespaldas lo hizo difícil todo el día. Así que te comencé a seguir por todos los lados que ibas. ¿Cómo se llama la tipa?
-Mérida.
-Bueno déjame decirte que Mérida es una mierda.
-Ya somos dos que pensamos igual Kathryn.-la rubia rió.
-No puedo creer que estés aquí, al frente mio. Te di por muerta ¿sabes?
-Eso ya quisieras...
-¿Cómo puedes decir eso? Casi me pongo a llorar ahí en medio de la pista.
-Esta bien reina del drama debí de haber contado de mi "plan"
-Idiota.-dijo Regina riendo.
-Te extrañe.
-Yo no.
-¿Ah no? ¿Entonces porque pusiste tu cara de niño en Navidad? ¿Eh?
-Cállate. ¿Kathryn?
-Dime
-¿Por qué querías hablar conmigo en privado? Si sabes que yo no le he dicho a la policía que me secuestraron dos personas ¿no? en realidad no le he dicho a nadie.
-Lo sé, pero no es a los policías a quienes les tengo miedo exactamente.
-¿Entonces?
-Killian no estaba solo Regina.-dijo Kathryn mientras su cara se ponía seria- Nadie lo esta, tenía una pandilla detrás del el. Alguien le dijo que yo lo traiciones y saben que estoy viva, me están buscando. Sabía que esto iba a pasar así que tenía que irme.
A Regina le recorrió una cadena de electricidad por el cuerpo. Estaba asustada ya había vivido esa horrible experiencia una vez, no quería otra, no la necesitaba.
-Te pueden matar.–dijo Regina con un hilo de voz.
-Lo sé Regina.
-¿Para que me necesitas? –pregunto la morena.
Kathryn se acercó a ella, jalando de su brazo haciendo que sus dos cuerpo estén junto y que no los separara ninguna distancia. Kathryn metió algo en el bolsillo de Regina, un pequeño sobre.
-No lo saques de tu bolsillo, por lo menos hasta que llegues hasta tu casa.
-¿Que es?
-Una carta.
-¿Para mi?
-Siento desilusionarte cariño pero es para mi hermana, no puedo acercarme a ella. No la he visto hace mucho por miedo que le hagan daño. Tienes que hablar con ella, conociendo a mi madre seguro le ha lavado el cerebro. ¿Puedes hacer eso por mi?
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Mrs. Swan-Mills II: Un nuevo comienzo.
Teen FictionCasa nueva, cosas nuevas y la llegada de personas inesperadas, lo malo de lo nuevo es que siempre es desconocido y eso desconocido trae con el nuevos problemas, problemas del pasado que aún no se han resuelto. ¿Listo/as para volver a sentir la quími...