Capítulo final

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Regina.

Kathryn se encontraba afuera de donde sea que estábamos encerradas, Hope y Henry entraron en la habitación acompañados de Mérida. La cuál solo me dió una señal con la mirada de que la siguiéramos. Tome a Hope en brazos mientras Henry se agarraba de mi brazo y los cuatro la seguimos.

Tratábamos de no producir el mínimo ruido alguno, pero aun así caminábamos rápidamente. Una puerta blanca estaba enfrente de nosotros. Mérida giró la perilla cuidadosamente para evitar el mas mínimo ruido. Finalmente la puerta estaba abierta.

-No corran, solo ocúltense, ¿vale?-susurro Mérida.

-Gracias.- le dijo Ruby mientras pasaba su mano por su rostro.

-Te debo esto y mucho más.- le respondió Mérida con una sonrisa-Váyanse.

Pero el sonido de la puerta de enfrente hizo que las tres volteáramos, Kathryn había entrado. Jalé a Ruby del brazo, pero ella seguía en shock. La arrastre afuera de la que parecía ser una casa antigua. Ruby reaccionó y comenzamos a correr.

-MIERDA.-pudimos escuchar el grito de Kathryn desde la casa.

Entramos a un callejón que estaba totalmente oscuro, ¿qué hora era? ¿las diez de la noche? El cielo estaba oscuro y las calles solo estaban alumbradas por los faros públicos que daban una luz débil. No había ni un carro cerca.

-No hagas ruido-le susurre a Ruby, estaba temblando.

No estábamos muy lejos, estábamos en desventaja. En una muy amplia desventaja, ¿Kathryn era capaz de matar? De eso no había duda alguna. Unas manos frías me tomaron por la espalda, era ella.

-Suéltame, por favor. Déjalas ir a ellos, por favor-dije entre llanto.

-Esta bien, se puede ir ella y tus hijos, pero tu vendrás conmigo-dijo levantándome del suelo mientras jalaba mi cabello.

-¿Y qué pasa si no lo hace?-dijo Ruby valientemente.

-Matare a Mérida, no vas a querer que el hijo de tu mejor amiga se quede sin su otra madre ¿o si?-dijo mientras pasaba su mano por mi cintura.

-Esta bien, esta bien, déjalos ir. Ruby llévate a los niños por favor- le rogué, había dejado a Hope en el suelo, junto a Henry, cuando ella me jaló del cabello.

-No me iré sin ti Regina, lo prometimos. No te dejare ¿Si?-dijo y dos lagrimas cayeron de sus mejillas.

-Hazlo por mi, por favor-le rogué.

Ruby se levantó del suelo y tomo a Hope en sus brazos y le dió la mano a Henry, por lo menos los tres podrían salir bien de esto. No iba a ser egoísta y no permitirle a ella salir. Ruby salió del callejón. Kathryn comenzó a besar mi cuello. Me llenaba de repugnancia. Emma, mi Emma. ¿Ella me perdonaría? ¿Me perdonaría haberme rendido? ¿Me perdonaría no haber luchado?

-Regina.-escuche el grito de Ruby. Me separé de Kathryn pero este me retuvo jalándome del brazo fuertemente- Ella la mato, Mérida esta muerta.

Kathryn sonrió con una sonrisa torcida, ¿como podía hacerlo? ¿Acababa de matar a alguien y estaba así de normal?

-Ya sabes.-dijo y paso su mano hasta su bolsillo y saco un revólver negro de este, puso la arma contra mi vientre-Nunca confíes dos veces, en alguien que te ha traicionado.

-Tranquila, ella no lo hará-dijo esa voz. Esa voz que tanto necesitaba oír.

Había pasado menos de un segundo y el callejón estaba rodeado de autos policiales, Emma estaba ahí a pocos metros de distancia mío. Quería poder ir y correr hacia donde estaba ella, pero tenia pocas probabilidades de llegar a sus brazos sin que Kathryn disparara.

Mrs. Swan-Mills II: Un nuevo comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora