Capítulo 11

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-¿Un hermano o hermana? –preguntó Hope sentada en el auto mientras Emma conducía.

-Espero que sea niño.-decía Henry.

-Sí, un hermanito bebe.-le contestaba Hope.

-Eso es genial. ¿Lo podré cuidar y ayudarlo?-pregunto el pequeño.

-Si mi amor, podrán cuidarlo ambos.- le decía Regina a los niños.

-Van a ser sus hermanos mayores –dijo Emma sin quitar la mirada del camino.

-¡Genial! ¿mamá a dónde vamos?-dijo Henry.

-Al zoológico.

-¿Al zoológico?-pregunto Hope

-Sí, ya verán.-dijo Regina.

En menos de una hora llegaron al zoológico de la ciudad, los cuatro bajaron del auto y llegaron a la entrada del zoológico. Emma pidió las entradas e ingresaron.

Vieron a todos los animales posibles, mientras los niños disfrutaban de eso.

Llegaron al patio de comidas y se sentaron en una mesa de camping. Un señor con una guitarra estaba dando un show.
los cuatro terminaron de comer los sándwiches que Emma había comprado en la cafetería del zoológico.

-¿Ya nos vamos a casa? –pregunto Henry.

-¿Por qué bebe? –Le pregunto Regina.

-Estoy cansado.-dijo el niño.

-Vamos –dijo Emma levantándose y tanto Regina como los niños la siguieron para así llegar hasta el Mercedes negro.

Llegaron al departamento y Emma dejó su chaqueta en el sofá.

-¿Me acompañan a mi habitación? –dijo Henry.

-Si claro, vamos Emma –dijo Regina extrañada.

Llegaron a la habitación de Henry, Regina lo cubrió con el cubrecama, debe de estar cansado por el largo viaje que había tenido hace unas pocas horas.

-mamá –dijo Henry mirando a Emma con la voz un poco adormilada.

-Dime bebe.

-¿Cómo se hacen los bebes? –dijo Henry y tanto Emma como Regina se quedaron heladas.

-Em, pues, los bebés...-Emma tartamudeaba no sabía cómo reaccionar.

-Aún eres un niño Henry, cuando seas un poco mayor tendremos está conversación.

Regina y Emma salieron de la habitación quedando en el pasillo.

-Dime que no pensabas decirle la verdad –dijo Regina.

-Eso pensaba hacer.-dijo Emma sonriendo tímidamente.

-Lo ibas a traumar de por vida Emma, aún es un niño.

-No exageres Gina.

-No lo hago. Es mejor que aún no piense en esas cosas.-Regina podía ser bastante sobreprotectora si de sus hijos se trataba.

-Como diga, mi princesa –dijo Emma enredando sus brazos en la cintura de ella.-Vamos a la habitación

-¿No te basto con ayer, Swan?

-¿Quien dijo que era para eso? Pervertida, yo sé que me deseas.-dijo Emma hundiéndose en el cuello de Regina.

-Te deseo Swan.-Regina había enredado sus dedos en la cabellera rubia de su esposa.

-Te deseo mucho más Gina.

Emma elevó a Regina enredando las piernas de la morena alrededor de su cintura.

Mrs. Swan-Mills II: Un nuevo comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora