Mrs. Swan-Mills II: Un nuevo comienzo.

Capitulo 9

-¿Qué? ¿Qué es lo que sucede?-preguntó Regina preocupada.

-Regina, este va a ser un embarazo riesgoso.-le comentó el doctor.

-¿A qué se refiere?-pregunto Emma curiosa.

-Regina ¿que tal si te cambias y charlamos mejor?-dijo el doctor.

-De acuerdo.

Luego de unos minutos Regina terminó de cambiarse de ropa. Aún no lo creía. ¿Embarazo riesgoso? Pero si con sus otros hijos había sido un embarazo normal. ¿Por qué con este bebé sería diferente?

-Díganos, ¿qué sucede?-pregunto Emma.

-Cuando digo embarazo riesgoso me refiero a que durante todo ese ciclo puede haber problemas. Estuvimos analizando sus análisis de sangre que se sacó en la clínica y pudimos determinar que está a punto de llegar a la anemia y el bebé necesita de tus defensas. Dime Regina. ¿Cómo es tu alimentación?

-No suelo comer mucho, a veces suelo saltarme las comidas.

-Ahí está el problema Regina, dentro tuyo llevas una nueva vida y ahora debes alimentarte por ambos, de otro modo esto solo traerá graves consecuencias. Le haré una cita para dentro de un mes, le harán análisis de sangre.

-Esta bien.-dijo Regina cabizbaja.

-Voy a tomar un descanso de la oficina.-dijo Emma mientras estacionaba el auto fuera del edificio.

-¿Qué? Emma, ya hablamos de esto.-dijo Regina mirándola.

-Regina, estás llegando a la anemia y eso en un embarazo es muy riesgoso, te conozco, no eres fanática de las comidas, solo las respetas si hay alguien en la casa.

-Emma puedo cuidarme yo sola.

-No, es que ese no es el punto. ¿Estamos juntas en esto o no?

-Emma no puedes dejar la empresa de un momento a otro.

-Regina a mi no me importa eso, ¿si? y aún que no te guste, dejaré la empresa por lo menos por un año –dijo Emma bajando del auto y cerrándolo con un fuerte golpe.

Regina se quedó en el auto y aquí fue cuando termino la historia de color de rosa. Estaba en un embarazo riesgoso, Emma estaba con la idea en la mente de dejar la empresa por quedarse en casa. La última idea no le molestaba tanto si solo pensara en ella pero sabía que Emma amaba ir a la empresa y si le quitaba eso, Regina se sentiría culpable.

-Regina -dijo una persona tocando la ventana del auto.

-Kathryn, casi me matas de un susto.

-¿de verdad?-dijo Kathryn riendo.-Tenemos que hablar –dijo la rubia.

-¿Podemos hablar aquí?

-No es seguro, tengo información.

-¿Y si vamos a mi departamento?

-¿Y tu esposa?

-Emma sabe todo.

-¿Todo, todo?-dijo Kathryn con inseguridad.

-Todo todo Kathryn.

-¿En serio? ¿Y no llamó a la policía?

-Lo intentó, pero yo la detuve.

-Por eso te amo Regina.

-Cállate y dime de una vez que sucede.-le contestó la.morena de mala gana.

-Vamos a tu departamento.

Regina cerró la puerta del auto y entró al edificio con Kathryn, subieron al ascensor y en poco tiempo ya estaban en la sala del penthouse.