Capítulo 12

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-Déjame ver la tarjeta.-dijo Emma intentando tomarla.

-No.-dijo Regina sacándola del arreglo y escondiendola en sus bolsillos.

-Regina, dame eso.

-No Emma.-dijo la morena firme.

-Regina...-Emma estaba perdiendo la paciencia.

-¿Qué Emma?

-Solo quiero ver quién te las envió.

-Te vas a molestar Emma, no quiero eso.

-Regina...-Emma cada vez estaba más alterada.

El timbre volvió a sonar, Regina se acercó a la puerta y abrió. El mismo repartidor estaba ahí con un ramo de lilas.

-Me olvidaba. También te mandaron estas.-dijo y le entregó las flores.

-Gracias.-dijo Regina y cerró la puerta.

-¿Dos arreglos florales? Regina dime ya mismo quien te las envió.

-¿Prometes no molestarte?

-Claro que voy a molestarme Regina, eres mi esposa, nadie tiene derecho a enviarte flores porque sí.

-Emma, solo son flores.-Regina intentaba calmar a su esposa.

-Pero no pueden Gina, quiero saber quién las envió.

-¿Quién lo prohíbe Emma?-Regina se puso las manos sobre las caderas.

-Yo lo prohíbo, quien más.-Regina al oír eso rió.-No es gracioso Gina.

-Si lo es Emma, el que estés celosa porque alguien me envió flores es gracioso. Te mostraré la tarjeta pero no te molestes.

Regina sacó la tarjeta de su bolsillo, la del primer arreglo floral, la sacó del pequeño sobre en el que venía y comenzó a leer.

"Siento que ayer te hayas sentido mal por el asunto de las flores, no te sientas así Regina, solo son flores. Sé que te encantan las azucenas. Te quiero.

-Kristin"

-¿De quienes son?-Preguntó Emma.

-Es de Kristin.-dijo Regina nerviosa.

Emma se tensó, después de la confesión que Kristin le había hecho meses atrás ¿cómo no iba a estarlo? ¿Acaso este era su plan para robarle a su esposa? Pues, Kristin estaba muy equivocada si creía que iba a lograrlo.

-¿Y las otras? ¿También son de ella? -preguntó Emma.

Regina sacó el pequeño sobre del ramo de lilas y comenzó a leerlo.

"Entonces ayer te sentiste mal porque tu esposa le dió flores a esa? Estás flores son para que te sea cuenta de que estamos en todos lados, escuchando y mirando."

El rostro de Regina se puso pálido, no podía ser otra vez, ellos habían vuelto, las amenazas por carta habían vuelto otra vez. Después de que la secuestraron habían terminado obviamente, pero habían vuelto.

-¿Regina? ¿Que sucede? ¿De quienes son?

Regina sentía que no podía volver a mentirle a Emma, ya lo había hecho una vez ocultandole todas las notas y había resultado todo mal.

-Lee tu misma.-dijo Regina entregándole la nota.

Emma leyó la nota con detenimiento y cuidado, cuando terminó entendió la reacción de su esposa.

Mrs. Swan-Mills II: Un nuevo comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora