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    ¿Estará él bien? Se preguntó sin poder evitarlo, comiendo del melonpan que Aoki le había entregado en el horario del almuerzo. Cuando regresó a clases observó a sus compañeros hablar animadamente entre sí, incluso Luka lucía inversa en una conversación con Gumi.

—¡Presidenta!—Rin se estremeció antes de acercarse a la puerta del salón.

—¿Sí?—Cuestionó mientras se acercaba al profesor Shion, quien lucía jovial y alegre como siempre.

—Es la segunda reunión para el torneo deportivo, cuento contigo con el reporte. ¿Puedes manejarlo por ti misma, no?—Aseguró, no dándole chances siquiera de esquivar la tarea, ella asintió con obligación.

—Lo entiendo...—dijo mientras él se alejaba satisfecho, Rin suspiro y entró de nuevo al salón, acercándose al escritorio del profesor que aún no había llegado—. Bueno, entonces, ahora vamos a discutir sobre el comité de organización para el torneo deportivo...

—¡Continuemos con la charla que empezamos en el descanso!—Exclamó Oliver, ajeno y sin interés en lo que la presidenta de la clase tuviera para decir.

    Y tan sencillo como eso, el barullo y ruido regresó. Rin tensó su mandíbula y aumentó su agarre al escritorio del profesor. En momentos como éstos pensaba en como le gustaría que alguno la respetara como su presidenta de la clase.

    Un ruido llamó su atención y cuando observó a Len entrar al salón sonrío.

—¡Ah, Kagamine-kun, estamos a mitad de una reunión!—Exclamó en vano, pues fue totalmente ignorada. Rin suspiro mientras concentraba su mirada en los demás, sintiéndose algo patética mientras se encontraba parada frente a ellos—. Disculpen, por favor, hagan un poco de silencio.

—Hey...—llamó alguien y Rin se giró a mirar a Len, quien lucía algo molesto—. ¿No podrías simplemente ignorar a todos éstos idiotas?

    Ante su pregunta, la clase quedó repentinamente en silencio, siendo apenas llenada con susurros.

—Tratas de organizar cosas con chicos sin motivación como ellos, ¡todo será un inevitable fracaso! Aunque la verdad, es muy divertido ver lo patéticos que son—se mofó con un rostro presumido antes de dirigirse a la salida del salón, Rin se sentía muy sorprendida para siquiera regañarlo—. Yo tampoco estoy motivado así que... en vez de hacer ruido como todos éstos miserables me voy de aquí. Todos son tan lamentables—se compadeció con aburrimiento antes de deslizar la puerta con fuerza e irse.

—E-Espera un minuto, ¡¿por qué dices cosas como esas?! Eso no...

    Rin ni siquiera pudo terminar de hablar cuando sus demás compañeros saltaron ofendidos y comenzaron a hablar uno sobre otro.

—¡No es cierto!

—¿Quien te crees qué eres?

—¡El único miserable aquí eres tú!

—¡No nos agrupes con él, Rin-chan!

—¡Vamos a decidirlo rápido! ¡Chicas, ustedes deciden!

    Sorprendida ante tal radical cambio, Rin contempló la revolución creada debido a las palabras de Len. Mientras sus compañeros se designaban tareas y trabajos ella sonrío suavemente, sintiéndose algo feliz.

    Quizás, Len no era tan malo como los rumores lo pintaban.


    No se sentía orgullosa de haberse escabullido de la clase de educación física, pero tenía que agradecer a Len de alguna forma. Cuando observó a Zunko salir del salón de depósitos con el rostro sonrojado no pudo evitar decepcionarse un poco. Rin detuvo su paso a mitad del pasillo, ignorando como la pelinegra se alejaba rápidamente en dirección contraria.

—Ah, creí haber olido algo dulce—comentó Len cuando salió del cuarto y la observó—. ¿Necesitas algo?—Preguntó mientras se recostaba por la pared y la contemplaba fijamente, Rin no pudo evitar sentirse nerviosa ante la profunda mirada azulada de Len.

—Uh... sobre la reunión de antes... lo que les dijiste a todos fue, bueno, lo has hecho apropósito, ¿no?—Inquirió mientras que él despegaba su espalda de la pared y parecía acercarse a ella—. Es por eso que, umm... gracias por ayudarme—murmuro mientras se concentraba en la corbata de su uniforme, muy avergonzada para enfrentar sus hipnóticos ojos.

—¿Qué has malinterpretado?—Murmuro mientras se acercaba a su rostro, Rin sintió que detenía su respiración ante la cercanía—. No tenía intenciones de hacer algo así. Por lo de ésta mañana... solo te estaba devolviendo el favor, no me gusta deberle a nadie y mucho menos a alguien como tú—explicó pero aún así, Rin no pudo evitar sentirse agradecida.

—Ya veo, aún así... me alegró bastante tu ayuda—admitió y Len abrió sus ojos ligeramente antes de alejarse de ella.

—Como sea, me voy—anuncio antes de alejarse.

—¡Espera un minuto!—Llamó mientras Len detenía su paso y le miraba por sobre su hombro.

—¿Necesitas algo más?

—Quiero informarte sobre los resultados de la reunión que acabamos de tener, um, los tengo por aquí—murmuro mientras sacaba el papel del bolsillo de su abrigo—. Todos han decidido sobre los miembros del comité, tú serás el líder—comunicó.

—Joder, son tan maliciosos—se quejó mientras se acercaba y le arrebataba la hoja de la mano, luciendo fastidiado—. ¡Definitivamente no lo haré, ¿de acuerdo?!

—Por favor, ¿podrías colaborar un poco?—Pidió mientras Len la miraba levemente con ojos entrecerrados—. Si trabajamos juntos será fácil. Bueno, ¡yo ayudaré con algo de tu parte también!

—Bien, entonces lo haré.





*en galería Rin disfrutando de su melonpan de una forma muy enojada mientras pensaba en cierto chico problemático.

the idea of you | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora