cinco

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    Suspiró agitadamente mientras sentía el sudor recorrer su frente. Estaba agotada y el partido ni siquiera iba a la mitad. Cada vez que erraba un tiro o fallaba un pase se lamentaba y pedía perdón a sus demás compañeras con la mirada. Cuando el partido de baloncesto femenino finalizó la derrota de su clase fue inminente.

—¡El tercer equipo queda eliminado, mientras que el segundo avanza a la siguiente ronda!—Gritó uno de los árbitros.

—Lo siento a todos—se disculpo pero Sonika, quien era la líder del equipo, la consoló.

—No te preocupes, supongo ahora nos queda depositar nuestra fe en los varones—contempló—. Además, diste lo mejor de ti, que es lo que verdaderamente importa.

—Shimoda-san, el chico miembro del comité es Kagamine-kun, ¿cierto? Habrá una reunión del comité antes de la ceremonia de clausura, ¿podrías buscarlo?—Preguntó una de sus compañeras y ella asintió.

—Cla-Claro, lo buscaré—accedió algo cansada.


    Mientras paseaba por el patio exterior suspiro. Ella le había recordado a Len que no faltara para el torneo deportivo, y por más que él había alegado que vendría para no conseguir más faltas de asistencias no le creyó. También había dicho que los partidos eran una perdida de tiempo y que si había una reunión se negaba a participar.

    Cansada y sudada observó en el último edificio una ronda de chicos. Se sorprendió al notar que eran sus compañeros de clase con sus respectivos uniformes deportivos de baloncesto. Len también estaba entre ellos. Aliviada se acercó con un trote ligero por el pasillo, dónde había sombra para esconderse del agradable Sol que había salido aquel día.

—En el próximo encuentro de baloncesto está bien si perdemos apropósito...

    Rin detuvo su andar y se escondió tras una pared, sorprendida. ¿Qué había dicho Piko?

—Hay un par de chicos que apostaron para éste partido y lo compartirán con nosotros si perdemos—explicó Oliver—, pero si lo hacemos muy obvio seremos descubiertos, es por eso que queremos que participes en el torneo—le dijo a un desinteresado Len.

—Solo entra como uno más, no será raro si perdemos contigo en el equipo—se burló Yuma.

—¿A qué se refieren con eso?—Rin demandó mientras hacia presencia, no muy a gusto con lo que había escuchado. No podía permitirlo, como presidenta de la clase no podía permitir que algo así sucediera.

—Hey, presidenta—murmuro Oliver mientras se acercaba, Rin entrecerró sus ojos y lo miró con molestia, no dejaría que la intimidara—. Puedo hacer que cierres la boca también pero, ¿podrías no decir nada por voluntad propia?—Advirtió mientras chocaba duramente su frente con la suya—. Te lo ruego—añadió con malicia en un susurro.

—No puedo permitirlo, lo que hacen no es... ¡Kagamine-kun solo resultaría perjudicado! De ninguna manera...

—Participaré en el torneo.

    Rin se giró a mirar a Len, quien lucía escéptico y miraba fijamente a Oliver, quien se había alejado de ella.

—¿Qué? Len, no puedes...—detuvo sus palabras cuando éste la tomó de la muñeca con fuerza y se acercó de forma amenazadora su rostro. Rin trago saliva, no pudiendo evitar sentir algo de miedo ante los fríos ojos azules de Len.

—Si no quieres que te de un recuerdo aterrador, no interfieras—murmuro duramente antes de soltarla con fuerza, Rin se tambaleó hacia atrás, sorprendida.

the idea of you | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora