catorce

261 34 19
                                        

—Es porque me gustas, por eso me da tanta curiosidad—se encuentra diciendo en casi un susurro antes de parpadear y pensar mejor lo que acababa de decir.

    ¡¿Qué demonios?! ¡¿Se acababa de confesar?! ¿Así, sin más? Oh, mierda... 

    Un silencio se instala entre ambos, Rin ni siquiera puede levantar su cabeza para contemplar a Len, muy asustada de la expresión que pudiera encontrar. Ella muerde su labio inferior, impaciente, nerviosa y sin saber que hacer.

—Umm, no... ¡no es nada! ¡No es nada, olvídalo, olvídalo!—Chilla mientras le mira bruscamente y casi se cae de la silla, Len ladea su cabeza y la mira con el ceño fruncido debido a su disparatada reacción.

—¿No es nada?—Pide casi con diversión y una sonrisa picara.

   Rin siente sus mejillas sonrojadas y antes de que pueda inventar una excusa o algo, Anon hace presencia en el lugar, gracias a alguna intervención divina que ha decidido apiadarse de su penosa alma.

—¡Niños, vamos a tener una fiesta!—Exclama mientras se acerca a ambos.

—¡Onee-chan!—Chilla cuando Anon pone su brazo alrededor de su cuello, medio abrazándola, Rin nunca antes ha estado tan alegre de que ésta mujer apareciera.

—¡Vamos a beber y a tener mucha diversión!—Dice alegre y Rin se levanta mientras ignora la expresión casi molesta de Len hacia su hermana.

—Pe-Pero somo menores de edad—le recuerda la rubia a Anon, pues ambos tenían apenas dieciséis.

—Lo sé, lo sé, ¡no te preocupes!—Apacigua mientras comienzan a caminar fuera del local que lentamente se llena de personas.

   Rin suspira de forma aliviada una vez se aleja de Len, sintiendo a su corazón rebotar dentro de su pecho.

—¡Rinny-chan, ¿te estás divirtiendo?! ¿Puedo llamarte Rinny-chan?

   Rin baja su vaso con jugo y asiente, mientras mira a una sonrojada Anon tomar asiento a su lado en la mesa dónde los trabajadores del local han decidido instalarse para beber y festejar.

—Sí, todo se siente muy cómodo—admite justo cuando su celular vibra en el bolsillo de la sudadera de Len, que vergonzosamente recuerda aún no se la había devuelto.

    Cuando desbloquea su celular nota que es un mensaje de Kokone, preguntándole si irá al festival de los fuegos artificiales.

—¿Qué te preocupa? ¿Es un mensaje de tu novio?—Anon curiosea mientras bebe de su vaso con cerveza como si se tratara de agua.

—¡Es de parte de una amiga!—Aclara, con las mejillas sonrojadas mientras mira a Len fuera del local, hablando con unos chicos que trabajan para Anon en el local también—. Me está preguntando sobre el festival de fuegos artificiales—añade en un susurro, volviendo la vista hacia su jugo de naranjas.

—Estás disfrutando de tus vacaciones, ¿eh?—Se divierte su acompañante mientras la codea con familiaridad y camaradería—. Eso es bueno...

—Ah, no... um, en realidad, estaba pensando en no ir—confiesa mientras juega con el vaso de vidrio que se siente frío, pues su bebida tenía algunos cubitos con hielo—. Además, me lastimé el pie y solo sería una molestia si voy.

—Hmm...—tararea Anon mientras la mira fijamente—, ¡Len, ven aquí un momento!—Grita de la nada, logrando que Rin se sobresalte en su lugar, sintiendo su corazón acelerado ante el pequeño susto dado.

—¿Qué quieres ahora?—Se queja el susodicho mientras se adentra en la tienda y camina hacia la mesa.

—Fuiste tú quien la llamó de voluntaria, ¿cierto?—Inquiere retóricamente mientras Len, que tiene sus brazos cruzados y una expresión desconfiada, asiente—.  Además, que se haya lastimado en parte fue incompetencia tuya, ¿cierto?

the idea of you | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora