ocho

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    El campamento escolar de una noche y dos días había comenzado, pero lo más sorprendente para Rin fue que Len estuviera presente.

—Kagamine-kun, ¿qué debería hacer?—Preguntó mientras él lucía su misma expresión aburrida.

—¿A qué te refieres con eso?

—Es que... no creí que fueras a venir—confesó mientras lo veía recostarse por la pared que daba algo de sombra, aún si no hacía mucho calor, acampar realmente no era muy agradable.

—Yo tampoco quería venir... Mis hermanas vinieron de viaje y tomaron mi habitación, por lo que prácticamente me corrieron. Así que por el momento no estoy entrando a clases pero por culpa de alguien tuve que venir, además, ¡eres tan persistente!—Se quejó mientras miraba a los demás hablar animadamente en el aire libre, disfrutando del día.

—Eso es...

—¡Shimoda-san! Por aquí, tendremos una reunión—uno de sus compañeros llamó y ella asintió en su dirección, apretando las correas de la mochila que había traído.

—Ah, es verdad, tienes que participar en la preparación de las comidas, no hace calor por lo que deberías cooperar. Así que date prisa y vete—Len instruyó mientras se cruzaba de brazos y Rin sonrío.

—¡Está bien!

    Se alejó con una sonrisa, caminando hacia dónde estaban sus demás compañeras, cada una asumiendo su lugar y comenzando a trabajar.

—Rin-chan, ¿estás de nuevo con él?—Luka inquirió preocupada pero Rin le restó importancia.

—Sí, en realidad, estoy feliz de que haya venido, es genial—admitió sonriente mientras Kokone le miraba con el ceño fruncido.

—¿Qué? Pero, ¿por qué? Tú y Kagamine-kun son prácticamente polos opuestos, ¿no?

—Tiene razón, no deberías acercarte demasiado a él, es una mala influencia—aceptó Luka mientras Rin aumentaba el agarre hacia las correas de su mochila.

—Sí, tú eres muy buena persona—Kokone aceptó con seguridad.

    Están equivocadas, pensó Rin algo deprimida. Kagamine-kun no era como ellas pensaban, porque él siempre la había ayudado. Cuando se giró a mirarle notó con sorpresa que Len también la estaba mirando. Estupefacta parpadeó, notando que Len estaba sentado contra la pared y con los ojos cerrados.

    Quizás lo había imaginado...


    Luego de haber llevado un pesado cuenco lleno de carne a uno de los chicos encargados de cortarla y lavarla se acercó a la mesa dónde las demás chicas se encontraban pelando los vegetales y cortándolos. Mientras se ajustaba el delantal que había traído observó las manzanas que tenía que pelar y cortar para que estuvieran de postre.

—Oye, Shimoda-san...

    Ella levantó su mirada, notando a Miku y a Teto acercarse.

—¿Sí?

—Sé que ésto puede sonar molesto pero, podría meterse bajo mis uñas, ¿sabes? Así que no lo haré. Además, cortar vegetales me parece un tanto... ¿cómo debería decirlo? Los labores de la cocina no son lo mío. Es por eso que no puedo ayudarte, te lo dejo todo a ti, ¿okey?

—E-Está bien...

—¡Gracias! Sabía que deberíamos haberte preguntado a ti-

—Ya veo, así que huyes de tus tareas, ¿necesitas qué te ayude con ésto?—Saliendo prácticamente de la nada Len cuestionó, apareciendo detrás de Rin mientras observaba las manzanas rojas esparcidas en la mesa.

—¡¿Len también va a participar?!—Miku exclamó alegre y algo interesada.

—Sí, aunque ahh, no soy bueno usando los cuchillos así que... si te corto sin querer me disculpo de antemano—explico mientras tomaba un cuchillo filoso y lo apuntaba a su dirección con descuido, el rostro de la contraria palideció visiblemente al ver el filo puntiagudo del cuchillo cerca suyo.

—N-No, yo cortaré las frutas, ahora que lo recuerdo es muy fácil hacerlo—se retractó mientras tomaba un par de manzanas y se alejaba.

—No necesitamos tu ayuda, gracias—Teto añadió torpemente, tomando más manzanas y alejándose detrás de su amiga mientras temblaba levemente y tenía un rostro descompuesto.

—Ah, las espantaste—Rin murmuró, aunque algo feliz de tener ayuda extra.

—¿Podrás con ésto sola?—Len murmuró mientras tomaba su mano que se encontraba medio húmeda debido a que había comenzado a cortar las manzanas en rodajas sobre una tabla de cortar.

—Sí, no te preocupes, gracias—dijo sonriente aunque cuando Len se llevó su mano a su boca y lamió un poco chilló, alejando su mano y mirándolo sorprendida.

—Había comida en tu mano así que la removí—murmuro antes de alejarse.

    Rin se quedó junto a la mesa, sintiendo su corazón palpitar fuertemente contra su pecho y sus mejillas arder.





*en galería, Miku toda feliz e ilusionada de ver a Len dirigiéndole la palabra.

the idea of you | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora