trece

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    Len contempla a Rin chapotear en el agua con su bikini rosa pastel que tiene volados y en la parte baja una pequeña falda diminuta que la dejaba solo más adorable. Sin embargo, él convierte sus manos en puños al escuchar a unos chicos que pasaban cerca suyo decir:

—¿Esa chica de allá no está sola?

—Está bonita, ¿por qué no hablas con ella? Podría divertirse con nosotros...

    Len suspira y cierra sus ojos, intentando mentalizarse que matar a un ser humano en pleno día podría considerarse muy imprudente de su parte. Sintiéndose inestable y descontrolado masajea sus sienes con sus manos, pero deja de hacerlo cuando escucha a Rin gritarle:

—¿No vas a nadar, Kagamine-kun? ¡El agua está muy cálida!—Asegura sonriente antes de detenerse y sacar su lengua en señal de disgusto—. ¡Ugh, está muy salada!

   Él sonríe levemente y sale de la protección de la sombrilla que habían puesto cerca del mar, mientras camina y siente a la arena colarse entre sus ojotas y meterse entre los dedos de sus pies reflexiona en porqué se toma todas éstas molestias. ¿En verdad lo hace por ella? 

   Le molesta, entonces se mete en la orilla del mar y le tira agua. Rin se gira y le mira con el rostro fruncido antes de tirarle agua también.

—¡Toma!—Chilla animada y Len cierra sus ojos cuando el agua lo empapa, lo cuál solo lo molesta, Rin solo se ríe—. ¡Es porque no lo esquivaste! ¡Fue mi revancha!

    Len se tiene que morder la lengua para no sonreír, y sin esperar demasiado, corre tras ella.

—¿Eh? Uh, ¡¿qué?! ¿Por qué me persigues, Kagamine-kun?—Chilla con el rostro pálido mientras se aleja más de él—. Kyaaa, lo siento, de verdad lo siento, ¡desde el fondo de mi corazón, lo siento!

    Termina atrapándola cuando el agua le llega más arriba de su cadera, encerrándola entre sus brazos y acercándola hacia su pecho.

—No lo muestres...—susurra cerca de su oreja, sintiendo como ella se estremece.

—¿Eh?

    Len cierra sus ojos, intentando calmarse, pero no puede, no cuando puede escuchar casi prácticamente a cada chico a medio kilómetro a la redonda hablar de lo caliente y tentadora que Rin resultaba ser. No le gustaba, le molestaba que dijeran eso de ella solo por vestir un bonito bikini que mostraba mucha piel. Lo odiaba porque...

    Porque lo volvía locamente celoso y posesivo.

—No se lo muestres a otros chicos que no sea yo—medio gruñe cuando se aleja y se quita su sudadera, Rin se da vuelta, luciendo confundida cuando él pone su abrigo sobre sus hombros mojados—. Bien, ahora tendrás que cubrirte... —añade en un susurro antes de darse vuelta y alejarse.

    Joder, ¿qué demonios estaba haciendo? Casi podía sentir la mirada molesta de Anon desde el local, mirando el pequeño espectáculo que había creado.

—¡Oye, espera! ¡¿Por qué?!—Chilla y él se detiene, mirándola sobre su hombro, casi cediendo ante el rostro confundido y angustiado de la rubia—. ¿Por qué haces algo así? Decir algo como "no lo muestres", o sino, "es porque eres tú"... ¿qué quieres decir con todo eso?

    Len la contempla en absoluto silencio, casi pudiendo comprender todo el coraje y valentía que tuvo que reunir de su pequeño cuerpo para confrontarlo de ésta manera tan directa. Quiere burlarse de lo adorable y tierna que luce ahora, toda mojada y con el rostro sonrojado, además de sus bonitos ojos azules brillantes que lucen esperanzadores y anhelantes...

    Él teme resquebrajar todo eso.

—Eres tan persistente—decide quejarse en un suspiro profundo, observando a Rin parpadear confundida—. Muy persistente y sin duda una gran molestia, resultas irritante...

the idea of you | rilenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora