Perfecto

308 52 8
                                    

No podía evitar sonreír.

Finalmente desperté a su lado, sin interrupciones o ataques alienígenas. Solo nosotros despertando juntos.

Nos quedamos en cama alrededor de una hora hasta que me di cuenta de la hora, por lo que me levante de la cama para alistarme pero antes de que pudiera hacer algo, Emilio me jalo del brazo tirándome nuevamente en la cama.

- Solo unos minutos más, por favor –pidió Emilio haciendo un pequeño puchero.

- No hagas puchero. Se supone debíamos estar en la DOE* desde hace 10 minutos –respondí intentando alejarme pero por alguna razón simplemente no podía.

No quería apartarme de su lado. Veinte minutos después finalmente salimos de la cama, nos alistamos y nos dirigimos a la DOE.

- Llegan casi una hora tarde. ¿En dónde estaban? –pregunto J'onn con voz severa pero preocupada.

- La alarma no sonó –respondí mirando rápidamente de reojo a Emilio.

J'onn frunció sus cejas. – Que no vuelva a pasar. Ahora vayan a trabajar –dijo él para después irse.

Azul me tomo abruptamente del brazo y me guio a otra habitación. -¿Qué?, ¿Qué es tan importante? –pregunte un poco confundido.

- Tu alarma no sonó -ironizo. –Joaquín, ¿qué no me estas contando? –dijo Azul empujándome juguetonamente.

- Es verdad. La alarma no sonó –respondí tratando de sonar convincente.

- Arruga –señalo Azul.

Maldición, maldita arruga que aparece en mi frente cuando miento.

- Esta bien. Veras...um...Finalmente pude despertar junto a Emilio sin ninguna interrupción de por medio y supongo que perdimos la noción del tiempo –respondí mientras un sonrojo aparecía en mi rostro.

- Te estas sonrojando –bromeo Azul.

- Me tengo que ir, hablamos más tarde –mencione dirigiéndome a la puerta.

- Hey, espera –Azul corrió detrás de mí. –Joaquín, lo siento. No quise molestarte o incomodarte, sabes que estoy feliz por ustedes dos –añadió mi hermana.

- Gracias, Azul. Significa mucho para mí –respondí.

- Siempre –respondió antes de abrazarme.


*

Ese día por la noche, Emilio estaba acurrucado a mi lado en el sofá. Él tenía sus brazos alrededor de mi cintura y su barbilla estaba apoyada en mi frente. Miró hacia abajo y me observo fijamente.

- ¿Qué pasa? –pregunte.

- Te amo, Joaquín –dijo Emilio.

¿El me ama? Mis manos empezaron a sudar y sentía mariposas en el estómago. Pero estaba seguro de una cosa. También lo amo.

- Te amo, Emilio –respondí y después lo bese como si no hubiera un mañana.

Todo era perfecto.

------------------------------

DOE*: Departamento de Operaciones Extranormales.

Un chico de Krypton y un chico de Daxam; Emiliaco (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora