La gran pelea

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- Lena y Lillian Luthor tienen un plan de emergencia en caso de que Joaquín no gané -dijo Kal mientras entrabamos a la DOE.

- Es un dispositivo que llenará la atmósfera con plomo, ningún daxamita en este planeta sobreviviría -dije mirando en dirección a Emilio.

- A excepción de Emilio, ¿no? -pregunto Sian.

- Él podría sobrevivir un poco más debido al tiempo que lleva expuesto al sol amarillo -recalco Kal.

- Si es necesario usarlo, háganlo -dijo Emilio. -No seré la razón por la que esté planeta sufra -añadió.

- No será necesario usarlo. Ganaré esto -respondí tomando suavemente su mano.


*

Faltaban solamente cuatro horas para la gran pelea, así era como todo el mundo lo estaba llamando.

Tomé asiento después de varias horas de entrenamiento cuando Azul entro a la sala de entrenamiento y se sentó a mi lado.

- ¿Qué pasa? -pregunto Azul.

- Parecía que finalmente podía tenerlo todo. Amigos, familia, ser "Superchico", un gran trabajo y -hice una pausa. -Y Emilio. Si gano, lo conservo todo. Pero ¿qué tal si tener todo lo que siempre he querido no está en mi destino? -concluí.

Azul me abrazo por los hombros. -Mereces tenerlo todo. Nada en tu vida ha sido fácil pero tal vez esto sí. Joaquín, tú mereces ser feliz -menciono mi hermana adoptiva.

- Gracias -respondí mientras dejando caer mi cabeza en su hombro.

Justo en ese momento Kal entro a la sala de entrenamiento. – Es hora -dijo.

Asentí con la cabeza y me puse de pie.


*

Podía escuchar claramente los latidos de mi corazón. Emilio estaba detrás de mí, sosteniendo mi mano mientras esperábamos a Rhea.

- Estoy aquí para ti -dijo antes de besarme.

- Lo sé -respondí.

Justo en ese momento la reina Rhea apareció junto a uno de sus guardias. En sus ojos podía ver determinación y enojo hacia los de mi raza.

- Kryptoniano, veo que trajiste apoyo moral -declaro ella.

- Qué curioso, justo iba a decirte lo mismo -respondí irónicamente.

Incliné mi cabeza hacia mi hombro y ella hizo lo mismo.

Entonces todo comenzó.


*

Saltamos el uno hacia el otro golpeando el suelo, me levante y lance un puñetazo en su dirección. Hasta que de repente escuche una explosión a la distancia.

Mire en dirección a Rhea. –Acordaste al Dakam-Or- exprese.

- Como dije antes, haría lo que sea por recuperar a mi hijo –respondió.

Voltee en dirección a Emilio. –Ve, se un héroe –pronuncie. El asintió con la cabeza y salió volando.

- ¿Un héroe? –ironizo Rhea. –Mi hijo no es un héroe, tú envenenaste su mente y pagaras por ello –declaro ella.

Continuamos lanzando golpes el uno al otro hasta que me sentí débil, mis rodillas tocaron el piso y caí en el pavimento.

Rhea estaba de pie, con sus manos brillando en kriptonita*. –Esta ciudad es mía ahora, ni siquiera tú podrás salvarla –exclamo ella.

Me levante, intentando resistir a la kriptonita. – Te equivoca. Esta ciudad es mía –grite antes de tirarla al piso.

Justo en ese momento Emilio regreso luciendo preocupado.

- Ustedes los kryptonianos, siempre han sido muy arrogantes, creyéndose superiores –dijo Rhea mientras se ponía de pie.

Mire hacia arriba, había naves daxamitas por todas partes. – Joaquín, han invadido cada hospital, supermercado y escuela en la ciudad –dijo Azul a través del comunicador en mi oído.

Mi corazón empezó a latir más y más rápido. Saque el control remoto de mi bolsillo. Emilio tendría que irse. Lo mire y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Me dio una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza. ¿Por qué?, ¿Por qué a mí?, ¿Por qué él tenía que irse?.

Acaricie con mi dedo el botón del control y Emilio volvió a asentir con la cabeza.

- Lo siento –susurre en su dirección antes de apretar el botón.

Y justo en ese momento, mi mundo se detuvo.

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Kriptonita*: Sustancia que debilita a los Kryptonianos.  

Un chico de Krypton y un chico de Daxam; Emiliaco (adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora