Un chico de Krypton y un chico de Daxam; Emiliaco (adaptación)

Segundos pensamientos

Han pasado un par de semanas desde mi cita con Calvin.

Él no ha llamado, enviado algún correo o mensaje de texto. No lo he visto desde la cita. Lo cual en gran parte ha sido algo bueno, me ha dado el tiempo de descifrar que quiero pero aun así sería bueno tener noticias de él.

Llego a mi escritorio con mi café en mano, dispuesto a trabajar. Unos minutos después escuchó un carraspeo que me hizo levantar la vista. Calvin estaba frente a mi escritorio.

- Hey –saludo.

- Hola –respondí dejando de hacer lo que hacía.

- Solo quería disculparme por no haberte llamado –explico Calvin.

- Esta bien –respondí tratando de no sonar desesperado.

Rodeo mi escritorio llegando a mi lado. Estaba demasiado cerca de mí que podía sentir su aliento en mi rostro. Rompió la distancia entre nosotros y me besó. Todo ocurrió muy rápido pero por alguna extraña razón no le regrese el beso.

Me aleje. – Lo siento olvide que tengo una junta –mentí y salí corriendo de ahí.

Lagrimas caían por mis ojos mientras me dirigía a mi departamento.

*

Al abrir la puerta del otro lado me encontré a Azul. – Gracias por venir –dije encaminándome al sofá.

- Me sorprendió que llamarás –respondió Azul sentándose a mi lado.

- Azul, sé que he estado distante contigo pero tengo una razón –dije. Ella solo asintió con la cabeza alentándome a seguir explicando lo que quiero decir. –Cuando Krypton explotó no supe cómo lidiar con la pérdida de mi hogar, así que cree una especie de barrera para protegerme y nunca volver a perder algo –tome un poco de aire antes de seguir hablando. - Con la partida de Emilio volví a colocar esa barrera y lo siento. Siento haberte alejado, no era mi intención herirte –explique.

- Tú nunca me perderás. Nunca –afirmo mi hermana.

Me jalo del brazo y me abrazo, al separarse volvió a hablar. -¿Qué más pasa por tu mente? –preguntó.

- Conocí a alguien. Su nombre es Calvin –confesé.

- Eso es genial –hizo una pausa. -¿Pero? –agregó.

No respondí. – Déjame adivinar, te beso y tú no le regresaste el beso –contesto Azul.

- ¿Cómo lo supiste? –pregunté confundido.

- Joaco, tu podrás tener varios superpoderes pero el mío es ser una hermana mayor. ¿Entonces qué pasó? –cuestionó mi hermana.

- Me besó y salí corriendo. Azul, él es genial, divertido, atractivo y con una vida normal. ¿Por qué es difícil para mí quererlo? –exclamé.

- Eso es algo que debes descifrar por tu cuenta –respondió poniéndose de pie. –Me tengo que ir pero te llamaré más tarde –dijo antes de irse.

Quiero a alguien que entienda lo que es sentir que perdiste todo y lo que es ser un extraño en este planeta. Quiero a alguien con superpoderes. Quiero a alguien que sepa todo sobre mí. Y justo en ese momento entendí todo.

No me gustaba Calvin porque él no es Emilio.