Una vieja amistad

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Después de haber estado hablando con Clau para conocerse mejor decidieron salir de allí

- gracias, por hacerme pasar un buen rato y olvidarme de Irene -dijiste sonriendo.

- de nada -sonrió- me divertí y gracias por tus consejos con John ¿crees que la zorra esa aún esté allí?

- no lo sé. No volveré aún -miraste la hora- debe estar allí -detuviste un taxi- nos vemos Clau

- ¡nos vemos ___! -se abrazaron y luego se fueron por distintos caminos.

Ibas en el taxi y te llegó un mensaje, obviamente sabías de quién era

Oye, estoy pasando por las tiendas y se me ocurrió que vayamos de compras!
-E

¡Claro! Te veo en el parque
-_.M

Le diste la dirección al taxista que pronto te llevó a la dirección, bajaste obviamente después de haber pagado.
Caminaste por el parque hasta que escuchaste como gritaron tu nombre, al voltear viste a un chico alto de cabello rubio y un tanto largo, de ojos verdes.

- ¿Eddie? -preguntaste sorprendiste.

- si -sonrió y te abrazó.

- como has cambiado -separas el abrazo.

- ¡y tú! Estás sexy -te miró de arriba a abajo y te guiñó riendo.

- aww muchas gracias -besaste su mejilla- ¿qué te trajo a Londres? -preguntaste mientras caminaban por el parque.

- trabajo. Estuve unos días aquí, pero no pude salir del hospital, hasta hoy -caminaba con las manos en los bolsillos.

- ¿pero no estabas en Canadá? -frunciste el ceño.

- si, pero vine de intercambio, unos días ayudando en otro país suena bien, además, me reconocieron como el mejor doctor de mi hospital

- wow eso es fantástico -te alegraste- te felicito ¿por cuánto te quedas?

- me voy mañana. Me llevaron a reconocer los hospitales de la zona y en una de las listas vi tú nombre y apellido, amablemente una enfermera me dio tú número

- o sea que fue una coincidencia que nos encontremos hoy

- sip, y planeo aprovecharlo -sonrió- ¿vamos de compras? -te miró fijamente con una sonrisa pícara.

- ¡Claro! -sonreíste y detuviste un taxi.

Ambos subieron y le dieron la dirección de un shopping.
Estuvieron recorriendo tiendas tras tiendas, probando y comprando ropa, cuando salieron con demasiadas bolsas era demasiado tarde, así que se decidieron por comer algo juntos como los viejos tiempos, fueron a tú casa y pidieron pizza, se pusieron a ver televisión mientras sacaban las prendas nuevas de las bolsas.

El amor es una desventaja peligrosa(Sherlock Holmes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora