Sobreprotección

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Despertaste por un ruido extraño, lentamente abriste los ojos a medida que tu vista se aclaraba pudiste divisar la silueta de alguien.

- ¿Sra Hudson? -preguntaste adormilada.

- hola querida, lamento haberte despertado, venía a traerles unas mantas, por el frío -susurró- John me dijo que dormirías con Sherlock

- gracias -dijiste bostezando y te sentaste para tomarlas.

- no hay de que querida ¿Sherlock se encuentra bien?

- si ¿por? -frunciste el ceño.

- porque te estaba abrazando

- ¿qu~qué hora es? -preguntaste sonrojada.

- 6:30 am -dijo antes de irse.

Lentamente quitaste la mano de Sherlock y tapaste al detective para que no sintiera frío.
Te pusiste tu bata y saliste hacia la cocina para preparar el desayuno, bajaste con una bandeja cuidadosamente y golpeaste la puerta de la Sra Hudson.

- me preguntaba ¿si quisiera desayunar conmigo? -sonreíste.

- claro, pasa querida

Sherlock despertó y al no verte, se levantó y te fue a buscar pensando que estabas en la cocina, nada; en la sala tampoco.
Asustado pensando con la mente de un criminal bajó hacía el departamento de la Sra Hudson.

- ¡Sra Hudson! -golpeó la puerta- ¡Sra Hudson!

Al escuchar el ruido la amable señora fue hacía la puerta, mientras tú permanencias en tu asiento

- ¿A visto a ___? -preguntó cuando le abrió la puerta.

- hola, sí. Está aquí dentro ¿quieres... -antes de que terminara la pregunta Sherlock entró.

- buenos días Sherlock -sonreíste y bebiste un poco de té.

- deberías decirme cuando vas hacer algo -respondió el detective.

- ¿qué? -preguntaste confundida.

- ¿cómo se supone que vamos a protegerte si no sabemos dónde estás?

- ¿desde cuando tengo guardaespaldas? -levantaste una ceja- sólo desperté y bajé a desayunar con la Sra Hudson, no le veo nada malo ¿quieres desayunar?

- Sip -aún te miraba con un poco de seriedad en su rostro.

- bueno -te levantaste- vamos, yo te lo preparo

- querida ¿quieres que yo lave lo que trajiste?

- no se haga problema Sra Hudson, yo los lavaré arriba, está bastante sucio el departamento de los chicos -susurraste haciendo que la mujer riera.

Agarraste la bandeja con los trastes sucios y subiste nuevamente hacia arriba seguida por Sherlock, entraste a la cocina y corriste un poco unos frascos de la mesa para dejar la bandeja.

El amor es una desventaja peligrosa(Sherlock Holmes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora