El amor es una desventaja peligrosa(Sherlock Holmes)

Sin cigarrillos

- ¡Necesito un caso! -gritó Sherlock.

- acabas de resolver uno al arponear un cerdo muerto, según me parece -respondió John de la misma manera.

- ¿qué son esos gritos? -preguntaste entrando al departamento con bolsas.

Habías ido de compras ya que no quedaba casi nada en la cocina, al escucharte John y Sherlock voltearon a verte con alivio, ninguno de los dos quería seguir solo con él otro

- ¡___! -gritó Sherlock yendo hacia ti- que bueno que hayas llegado -te cargó con ansiedad y te comenzó a dar muchos besos.

- Sherlock, la comida -reíste sorprendida por cómo reaccionó- ¿qué ocurre?

- ¿puedes darme uno? -suplicó refiriéndose a un cigarrillo.

Miraste hacía dónde se encontraba el médico militar y luego miraste a Sherlock que te tenía abrazada de la cintura

- lo siento, le prometí a John que no lo haría

- consigueme uno -frunció el ceño.

- no, nada de nada -dijiste mirándolo- lo estás haciendo muy bien

- te dejaré saber los números de la lotería -reíste con ironía- vale el intento. ¡Necesito uno, dime dónde están!

- no puedo, lo siento. Qué tal si tomamos algo ¿quieres té? -dijiste mirándolo.

- necesito algo más fuerte que un té -contestó alterado- 7% más fuerte -puso cara de pensativo y te beso desesperado- ¡vamos a la habitación!

- ¿qu~qué? -preguntaste sonrojada.

- ¿No me oíste bien? ¡John vete de aquí! -ordenó Sherlock.

- claro que me iré -se levantó John dejando el diario- no quiero escuchar ruidos extraños

- ¡largo! -dijo Sherlock.

- John, puedes quedarte, no va a pasar nada. Tengo trabajo

- tenemos tiempo -respondió Sherlock. Lo miraste diciendo "no"- consigue un caso, cigarro o vamos al cuarto -habló rápidamente.

- hacerlo no es de 7% -dijiste.

- no, es de 9 o 10 -te beso apasionado- me encanta verte en cama y me ayuda a olvidar todo lo que tengo en mi Palacio mental, simplemente para hacerte sentir bien y proporcionarte placer -dijo rápidamente dejando besos en todo tu rostro.

- oigan, aún estoy aquí -habló John tratando de no imaginarlos en la cama.

- ¡Cállate y lárgate! -dijo Sherlock volteando a verlo.

- ¡Sherlock! -dijiste molesta.

- ¡Por favor! He estado reprimido aquí por siglos

Sonó el timbre llamando la atención de los tres haciendo que se miren entre sí

- máxima presión en tan sólo medio segundo -habló con rapidez Sherlock.

- cliente -dijeron los tres al mismo tiempo.

Sherlock te soltó después de darte un gran beso, fuiste a la cocina a guardar cada alimento en su lugar correspondiente mientras ellos atendían al cliente.
La puerta esta abierta asi que escuchabas todo lo que hablaban saliste de la cocina lista para ir a trabajar

- iremos a Darkmoon ¿vienes con nosotros? -preguntó Sherlock.

- no lo creo, tengo trabajo ¿se van por mucho?

- sólo unos días -dijo John.

- bien -besaste a Sherlock- volveré en la noche, ustedes cocinarán -dijiste saludando a John con un beso en la mejilla- no vale que la Sra Hudson cocine y digan que lo cocinaron ustedes -aclaraste antes de irte.