Capítulo 27.

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Ambos estaban sentados en el sofá, aferrados uno al otro, NamJoon sentía la leve de respiración de JiMin lo que indicaba que se había dormido.

El rubio suspiró, cansado. Se sentía afortunado en gran manera por el hecho de que JiMin estuviese con él, pero le molestaba bastante que no todo en su vida estaba en orden, no quería que fuese perfecto, simplemente deseaba estar completamente bien, sin pensamientos de ¿qué hago ahora?, porque esos eran la clase de pensamientos que siempre habían torturado la vida de Kim NamJoon, cuando su padre murió, aquello fue lo primero que le llegó a la mente, ¿qué iba a hacer sin su mayor ejemplo a seguir?, lo mismo pasó muchas veces en la empresa, cuando sus padres le dijeron que debía buscar pareja, cuando JiMin llegó a vivir a su casa, cuando JiMin lo dejó, cuando peleó con su padre... Todo lo que NamJoon podía pensar era ¿qué hago ahora?, y aunque muchas veces (la mayoría) logró salir de todos esos problemas, esa pregunta siempre rondaba su cabeza por el más mínimo error.

-Tú sabrías que hacer papá...- susurró el rubio sin ánimo, acomodó a JiMin entre sus brazos, de manera que pudiese ver su rostro, lo único que lo mantenía completamente atado a la tierra babeaba sobre su brazo, NamJoon sonrió.-Si te miraras como yo te veo bebé, te enamorarías de ti mismo.- soltó una leve risa.

-NamJoon...- murmuró el pelinaranja entre sueños.

-¿Sí?- el mayor respondió esperando alguna incoherencia de parte de JiMin, como lo había hecho antes.

-Deja de pensar tanto, te dolerá la cabeza.

-Estoy bien, bebé.

-No es cierto, no me mientas.- finalmente el menor se levantó, sentándose al lado de NamJoon.-Nada de lo que está sucediendo es tu culpa, tú padre es un idiota por no darse cuenta de la joya de hijo que tiene por estar defendiendo a esa piruja vieja tóxica.

-¿Piruja vieja tóxica?- repitió el rubio intentando no reírse.

-¡Sí! Ríete si quieres, esa es la verdad.

-Basta de hablar de ella, es lo menos que quiero... ¿vamos arriba?

-Sí por favor, me va a doler el cuello.

Luego de unos minutos, ambos estaban abrazados en la habitación de NamJoon.

-Dios, hace frío.- susurró JiMin, intentando pegarse aún más a NamJoon.-Prende la calefacción.

-Yo puedo quitarte el frío.

NamJoon diciendo eso con la voz ronca, en medio de la noche, mientras están en su cama y solos en casa, JiMin empezaba a creer que estaba en el cielo.

-No creo.- retó el menor con inocencia fingida.

-¿Ah no?

-Nop.

De repente NamJoon saltó sobre las sábanas, colocándose encima de JiMin, con las piernas a los costados de este, mientras que sus manos inmovilizaron las muñecas del pelinaranja.

-¿Qué fue todo ese espectáculo en dos segundos?

-No me gusta que me reten, Park.

Park.

Hacía cuanto no lo llamaba así, aunque ahora sonaba más que diferente, tenía tantos sentimientos en ese momento.

-No es por romper el aura, pero quiero que sepas que te dejaría azotarme siempre y cuando sigas hablándome así.

NamJoon sonrío, dejando ver sus hoyuelos, JiMin estaba a punto de caer en coma.

-JiMin.

-¿Qué?

Marry Me | NamMin | (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora