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Azhir sostiene a su madre por los hombros -yo estaré bien mamá- sonríe de lado -mientras no me enamore y no tenga una pareja soy inmortal- comentó mientras acaricia una mejilla de su madre -en el tiempo que te queda de vida prometo darte muchos momento felices madre- respondió con mucho cariño

-ya soy feliz con ver que estas vivo y a salvo mi niño- sonríe la mujer mientras acariciaba la mejilla de su hijo -te traje más telas para hacerte ropa cariño- comentó agachándose para recoger los grandes trozos de telas. Azhir toma las telas y las lleva dentro de la cueva

-no era necesario tanta tela madre- comentó dejando las telas a un lado de la mesa -ya tengo ropa suficiente con eso me basta- farfulló con tranquilidad. La verdad es que no le molesta que su madre le haga ropa si con ello la mujer se siente mejor, pero no le gusta que vaya al pueblo sola -voy a cazar algo para comer no tardo- dijo el joven abrazando a su madre, la cual aceptó el abrazo

-ten cuidado hijo- se aleja un poco para mirarlo -las bestias de este bosque son algo peligrosas la ultima vez que casaste llegaste con heridas- respondió Mithian preocupada

-no fueron tan graves madre- dijo con una sonrisa -pero si hubieras sido tú allí si seria algo peligroso- se voltea y se quita su capa negra -tú cuerpo es más frágil que el mío- camina hacia afuera de la cueva -quédate aquí regreso en un rato con la cena- respondió Azhir abriendo sus alas en busca de una presa

°°°°

En el pueblo, se crió a una joven muy hermosa de cabello rojizo y rizado, piel pálida con un color de ojos verde esmeralda. Es hija de unos simples y amables campesinos, los cuales han tenido propuestas de pretendientes para su hermosa hija. La cual se niega a casarse con los guerreros que asesinaron a toda una especie sólo por temor, es lo más bajo que pudieron haber hecho; O eso piensa ella.

-¡Claris!- refunfuñó la madre de la joven

-sí madre- respondió la joven con una sonrisa traviesa

-cuántas veces te hemos dicho de que aceptes casarte con uno de los tantos pretendientes que tienes- farfulló molesta la mujer por la forma tan infantil de su hija

La sonrisa en el rostro de la joven se borró por completo, portando un semblante serio y con cierto asco por lo dicho de su madre -solo tú lo has dicho, ademas no pienso casarme con un asesino, madre- comentó con molestia -así como asesinaron a esa especie podrían hacerlo conmigo o es que no te preocupa mi bienestar- respondió ya cansada de lo mismo todos los días desde que comenzaron a proponerle matrimonio

-cariño, nuestra hija tiene razón- responde el padre de la joven. Su esposa lo mira incrédula ante tal comentario -no sabemos con qué intenciones vienen a pedir la mano de nuestra hija- comentó el hombre mayor a favor de su hija

-mañana vendrá el hijo mayor del Rey Victorios- la joven y su padre miraron incrédulos a la mujer -propuso llevarte a conocer el bosque prohibido con su ejército de soldados- recoge los platos de la mesa -y vas a ir- dijo con autoridad

-¡no voy a ir sólo por que tú aceptaste sin decírmelo antes a mi!- respondió la joven muy molesta por el atrevimiento de su madre

-ya el acuerdo está hecho y no lo vas a rechazar a estas alturas, el principe viene mañana temprano por tí- comentaba mientras restregaba los platos sucios -así que ve a dormir que mañana te espera un gran día con el principe Albert- setencio la mujer dando final a la discución con su hija

El Último Cambia Formas DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora