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La joven se levanta molesta de la mesa y sale de casa a tales horas de la noche, su padre intentó detenerla pero ya no lograba ver a su hija. Claris estaba tan ida en sus pensamientos respecto a lo que su madre hizo a sus espaldas que no se percató que estaba dentro de un bosque que jamas habia visto, todo era oscuro y tenebroso. La joven al escuchar un ruido voltea a ver que era divisando a lo lejos una silueta que jamás en su joven vida había visto, unas alas negras se lograron ver por la luz de la luna mientras degollaba a una criatura de aspecto extraño.

Claris retrocedió con cuidado sin darse cuenta tropezó con una rama cayendo y provocando un fuerte ruido, la criatura voltea a su dirección. Unos ojos de color rojo carmesí le miraban fijamente haciendo la estremecer de miedo, se levantó como pudo y salió corriendo intentando escapar de esa criatura que le daba un miedo horrible. Al fin logró salir del espeso bosque oscuro, miró a su alrededor y esa parte del bosque si la conocía. camino hasta llegar a su casa donde su padre la buscaba por los alrededores, la joven suspiró pesadamente en un intento de calmarse para que su padre no se preocupara por su tiempo fuera de casa a tales horas de la noche.

A la mañana siguiente; como le dijo su madre, el príncipe Albert estaba esperándola para llevarla de paseo por el bosque prohibido. Su madre la obligó a colocarse un hermoso vestido azul pastel con blanco, le advirtió de que se comportara y no fuera grosera con el príncipe. La joven rodó los ojos con fastidio, sale de su casa y ve al príncipe Albert vestido con una armadura completa. El hombre se quita el casco dejando ver su cabello castaño claro, El hombre al ver a la joven le regala una cálida sonrisa, la cual no le agrado a Claris.

-buenos días hermosa dama- comentó haciendo una reverencia -he venido desde el reino para llevarla a un agradable paseo- farfulló con educación -mi nombre es..- el príncipe no pudo terminar de hablar

-es el príncipe Albert, hijo mayor del Rey Victorios- responde la joven con cierto fastidio -he escuchado de usted señor y del porqué a venido desde tan lejos- responde con cierta educación que no le agradaba en absoluto

El hombre sonríe por la actitud de la joven, le parece gracioso el que no tema de él y eso le agrada. No quiere asustarla ni que esté con él solo porque es el hijo mayor del Rey -bueno, my lady si ya está informada es mejor que partamos ahora- responde con una sonrisa

Claris camina hacía el hombre sin ninguna expresión, de sólo hecho de salir de su casa por un capricho de su madre le basta para no disfrutar de la salida. El príncipe extiende su mano para ayudar a la joven subir al caballo, Claris ignora por completo la amabilidad del príncipe y se monta en el caballo sin ningún problema. Albert desde un principio se percató de que a la joven no le agrado la idea de salir, eso le molesto de cierta forma ya que la madre de la joven había dicho que su hija aceptaba con mucho gusto.

Ya estando de camino al bosque prohibido, el príncipe hacía preguntas respecto a lo que a la joven le gustase lo cual Claris pensaba en cómo responder sin verse grosera.

-me gusta caminar por el bosque sola para tener calma- responde la joven sin mirar al mayor

-¿tanto te molesto en salir a un paseo conmigo?- preguntó Albert fingiendo cierto tono de tristeza

El Último Cambia Formas DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora