El Último Cambia Formas Dragón

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La joven asiente, se recuesta y se termina de abrigar bien para dormir -si sientes algo de frio puedes venir y abrigarte conmigo- comentó -al fin y al cabo.....esta es....tú manta- se queda profundamente dormida

Azhir sonríe de lado, Mithian se despierta y se levanta con dificultad, observa a su hijo el cual tiene un semblante brillante lleno de un ligero amor que está floreciendo.

-¿Azhir?- preguntó Mithian ganándose la mirada de su hijo -¿te estás enamorando?- preguntó con el ceño fruncido

—así que esto es amor— pensó el joven -¿por qué te molestas?, tú y mi padre también se enamoraron a esta edad así que no le veo lo malo- articuló Azhir -¿acaso no confias en ella?- preguntó mirando a su madre con algo de molestia

-no te has preguntado ¿por qué ella de la nada vino con nosotros?, Azhir, soy humana y conozco la mayoría de los pensamientos humanos- se acercó a su hijo -mi vida, no quiero que sufras-

-madre, te preocupas tanto por mi que no velas por tu propia seguridad- contesta Azhir mientras toma de las manos a su madre -cada vez está más fría-

La mayor se suelta del agarre de su hijo -yo estoy bien, Azhir, tú eres mi mayor prioridad y mi única preocupación- comentó -esa muchacha por más buena persona que parezca no sabemos cuales son sus deseos y necesidades- dijo observando a la joven -los humanos somos ambiciosos, Azhir, nos dejamos llevar por la avaricia y más cuando nos atrae algo....- mira a su hijo -o alguien-

-Ella es como tú- articuló ganándose una mirada llena de confusión -se preocupa mucho por mi, y esa no es su responsabilidad- mira a su madre -y tampoco la tuya, madre- suspira al ver una mirada triste en la mayor -se que me dirás que eres mi madre, la mujer que me trajo al mundo y que es tu deber protegerme, pero ahora tú eres mi responsabilidad, yo soy quien debe proteger te y más ahora que cada día estás más débil- toma las manos de la mayor -Claris me recuerda a como me has contado que eras tú con padre hace ya tantos años-

-hijo, tú padre y yo somos un caso aparte- comenta con cariño -él y yo no nos llevábamos bien al principio pero ya después nos dimos cuenta lo que sentíamos por el otro- articuló melancólica -y tú y esa joven no tienen nada de conocerse ¿cómo quieres que confie en ella?- preguntó con el ceño fruncido

-por qué está buscando una pareja, ya se acerca la temporada de apareamiento de los cambiaformas- responde un ser de cabello dorado con orejas puntiagudas mientras porta una sonrisa amigable