/Narra Jay/
Hice un esfuerzo para no salir corriendo, entonces esperé hasta la segunda cuadra para correr, no paré hasta la puerta del apartamento, abrí y guarde las cosas que necesitaba en una mochila, solo lo necesario, ropa para el día siguiente, pijama y listo. Volví a correr hasta la esquina de la casa de Cam, me detuve unos segundos para controlar mi respiración, toqué el timbre. Cam salió con su usual pijama de short y camisa de tirantes. Me sonrió y me hizo pasar. Cerré la puerta, dejé mi mochila a lado.
-¿Quieres algo de cenar?- se recargó en la barra de la cocina
-¿Café?- sonreí
-claro- encendió la cafetera
-¿Crees que podamos encontrar a Prescott y a los demás?- me senté en una silla del comedor
-no lo sé- miró el suelo pensativa
-¿Porqué tardaste tanto la primera vez?- era una pregunta que rondaba mi cabeza desde que Hank nos comentó el caso
-bueno, Jonh era más jóven, no dejaba ningún rastro ni huella, pasamos meses sin saber su nombre, solo era el sujeto que mataba niños con sus drogas, solo había una forma de capturarlo, su madre estaba en la cárcel, primero me infiltré en su cartel después Hank hizo una redada para que me metieran con su madre, de ella saqué toda la información que necesitaba. Salí y dimos el golpe grande. Muchos nos dijeron... ¡me! dijeron que era demasiado, que hicimos mucho por solo 12 años, que se lo dejáramos al FBI o a narcóticos que seguramente ellos lo resolverían, pero ya nos conoces, los Voight nos comprometemos, nadie nos felicitó o reconoció por el trabajo, solo era eso, nuestro trabajo y eso era lo que necesitábamos mi padre y yo, no importa la falta de reconocimiento solo que él estuviera en prisión- terminó
-debió ser duro para ti, tanto esfuerzo- ayudé a bajar las tazas de la encimera
-claro, nunca me había sentido tan cansada, en prisión aprendí muchas cosas, no solo a cuidarte de las demás personas, principalmente cuidarte de ti, quería suicidarme a los 6 meses de encierro, Alvin me visitaba, Hank no podía ir o se darían cuenta que era algo mío, no tenía nada, no tenía a nadie. Cuando salí tenía mucha furia en mi cuerpo, mucho estrés- Cam ya se había sentando mientas explicaba todo el proceso, por eso me levanté y comencé a servir yo las tazas tomándome mi tiempo en encontrar el azúcar y algunas galletas. Ella estaba tan concentrada en su historia que me daba miedo interrumpirla, todo era información para aprender
-por eso fuiste a Afganistán de nuevo- comenté
-sí, tenía que sacar todo de alguna forma, me hice Mayor al ver mi potencial, pero entonces mi frustración creció un poco más- estrujó la servilleta de tela que tenía en un largo
-¿Porqué?- me había recargado a lado de ella sobre la barra
-por ser tan joven y estar rodeada de muchos hombres, todas mis órdenes se ponían en duda, mis instrucciones eran analizadas dos veces, había insinuaciones todo el tiempo, se hablába de mi en interminables sectores pero mi trabajo siempre me defendió, hasta que exploté la escuela de niños, mis compañeros cambiaron dos grados el sensor de la escala y bueno...- agachó la cabeza hasta tocar su coronilla en la mesa
-hey- giré la silla donde estaba y me puse en cunclillas para que me mirara -mírame Cam- busqué su cabeza, solo tenía una mirada amarga, ni siquiera triste -tú no tienes la culpa, hiciste lo mejor que pudiste, ¿De acuerdo?, Los hombres somos muy estúpidos y nos volvemos más cuando una mujer nos da órdenes y ¿Sabes porqué?, Porque nos da miedo que una persona tan pequeña tenga una mente tan grande- por fin me miró, su boca tornaba una leve sonrisa, eran un poco rojos naturalmente y estaban un poquito apretados, sus ojitos oscuros y sus cortas pestañas enrizadas en lo máximo me veían dudando con el ceño fruncido
-gracias Jay- se relajó
-eres muy fuerte y vamos a poder con esto- recargué mis codos en sus rodillas para quitarle un poco el cabello de la cara, pasé mis manos por sus brazos hasta abrazarla por la cintura. Nos habíamos quedado así abrazados unos segundos prolongados, me separé de ella -¿Tienes mermelada?- le sonreí
-claro- se levantó a buscar en unas puertas, yo me levanté y giré mi cuerpo para ver una fotografía
-oh por Dios- me lleve las manos a la boca incrédulo, Cam se giró -era atractivo- señalé la foto-oye, mi papá es muy guapo- me acerqué y le di un golpe en el brazo, reímos. Tomamos café y pan con mermelada platicando sobre mi infancia, mi hermano Will y otras cosas. Cam no podía decir mucho sobre sus hermanos, ella nació en el primer matrimonio de Hank, después Justin unos seis años después que ella, cuando ella tenía 16 Hank tomó a Erin como informante y dos años después la adoptó a ella y a su hermano Tedy, pero el último no soportó las riendas de Hank y huyó a Nueva York para prostituirse, sufrió mucho de jóven, a Erin la obligaron entrar a la preparatoria y un año después Cam se unió al ejército, el Sargento estaba tan distraído que ni siquiera fue a la graduación de Camila porque Erin estaba en rehabilitación, unos años después Cam regresó se unió a la unidad y sucedió el caso Prescott, más tarde volvió a irse, en ese periodo Lindsay se unió a Inteligencia, pasaron muchas cosas: Alvin murió, Atwater y Burguess se unieron. Antonio se fue, Hailey llegó y Hank estaba ahí para guiarnos y sufrir todos esos cambios.
Ya me había puesto un pans para dormir, no traía camisa y Camila también ya estaba lista.
-ven, no dejaré que duermas en la habitación de Hank o de Evan- abrió la puerta de su dormitorio
-¿Evan duerme aquí?- entré con ella
-temporalmente, lo necesito cerca para mis negocios- se sentó en la cama mientras se quitaba los aretes
-eso es...- traté de encontrar alguna palabra que sustituyera "celoso" pero no encontraba ninguna, me senté en la cama recargando mi torso en la cabecera
-vamos dilo, estoy acostumbrada a qué malinterpreten mis acciones- se acostó, baje mi cabeza hasta la suya
-no estoy malinterpretado las cosas- me giré hacia ella acomodando las sábanas -estoy... Celoso-
-Jay, entiendo lo que pasó con Erin y respeto su relación o lo que fue de ella, pero se ve mal cuando un chico sale con un par de hermanas- levantó sus ojos para mirarme se veían todavía más oscuros
-ustedes no son hermanas- acaricié su oreja -ni siquiera tienen el mismo apellido- pase el pulgar sobre su mejilla izquierda
-Jay- me silenció
-al diablo lo que se hable en la unidad- rodeé los ojos
-claro, al diablo lo que hable la unidad pero ¿Al diablo lo que diga Hank?- mire al techo pensando en las opciones
-¿Pedirás permiso a tu padre?- volví a mirarla
-ni siquiera le pedí permiso para enlistarme, perderás tu trabajo y todo lo que tengas en Chicago-
-me iré contigo a Nueva York- la apreté contra mí
-estamos cansados, tenemos que dormir- se giró para quedar boca arriba
-mañana será un día cansado- pasé mi brazo por debajo de su nuca y el otro por su estómago con mi mano en sus costillas, podía sentir lo calmado de su respiración, acerqué la cara a su cabello y respire su aroma, sentía los ojos pesados. Cam comenzó a hacer círculos con sus dedos en mi brazo, no iba a poder dormir tranquilo sabiendo que no iba a tocar a esta hermosa mujer. Suspiré resignado.
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La Veterana: Conóceme.
FanfictionCam Parker, familia de un gran sargento de la Ciudad de Chicago, un caso sin resolver, solo una salida.