/Narra Cam/
Llegué a la casa de Sylvie y toqué un par de veces el claxon. Estaba haciendo anotaciones en mi teléfono para que la vigilancia en Park Noil estuvieran listos para mañana a primera hora. El coronel Connors estaría encargado de la organización de los dos sistema de vigilancia pero los policías de Trudy le darían un informe detallado a Adam cada hora. Los gastos los vería mañana a primera hora y estarían liquidados en el momento que yo los acepte y haga los depósitos. Sylvie se estaba tardando demasiado, tal vez no reconocía el auto. Me levanté y toque el timbre.
-¡Hola!, Lo siento, ¿llevabas mucho esperando?- salió con un pequeño bolso y un suéter.
-oh, no- la abracé
-veo que cambiaste el viejo Pointer por un Rolls Royce- sonrió cuando abría la puerta del piloto
-si, bueno, aún tengo el Pointer está guardado y bien cuidado, pero el Rolls lo uso para el trabajo, también tengo una camioneta- sonreía al explicarle a mi amiga el éxito que tenía, comencé a manejar
-me alegra demasiado que vivas la vida que siempre quisiste, Hank está orgulloso de ti, ¿Supongo?- lo dijo con extremo cuidado en sus palabras
-nunca me lo ha dicho, tal vez si, terminé siendo mejor que él, jerárquicamente- levanté los hombros
-¿Ha mejorado su relación?- sabiendo la respuesta bajó la mirada
-cuando me fui a la escuela militar él estaba muy ocupado con Erin, cuando regrese de la guerra él seguía ocupado con Erin, entonces fue cuando ocurrió lo de Prescott, dos años en la cárcel y uno libre, ¿Recuerdas?-
-si, seguías la investigación desde dentro- afirmó
-mhm, cuando terminó todo ese infierno regrese al otro y me fui a Afganistán hasta hace dos años me retiré- me detuve en un semáforo detrás de una camioneta
-¿Desde hace dos años estás en Chicago?- dijo sorprendida
-si, hice una empresa de seguridad que llevaría a Nueva York pero Hank me hizo volver-
-¿Como es que estuviste aquí y no me visitabas?, ¡Egoísta!- me golpeó levemente, comenzamos a reír.
-no lo sé, necesitaba mi espacio, aunque estaba en otro lugar, realmente nunca me fui- le sonreí avanzando ante el semáforo en verde
-te entiendo, a veces alejarte de donde empezó te da otro inicio- miró al frente, sabía a lo que se refería
-exacto-
Llegamos al Mollis unos minutos después, encontré varias caras conocidas que me saludaban alegremente. Hermann nos acomodó en una mesa apartada de la gente, eran unos sillones cómodos, recordó que no me gustan los bancos altos, Hermann se quedó platicando con nosotras unos momentos, ya llevaba dos rusos blancos y Sylvie tres copas del vino rosado que tanto le gustaba. Entonces una voz masculina nos interrumpió:
-¿Puedo sentarme?- preguntó Caese acercándose a nosotras, tenía una cerveza en la mano.
-claro- se hizo a un lado para que Matt se sentara
-no quisiera hablar de trabajo pero si no lo digo lo olvidaré, durante el incendio recuerdo que los niños ya estaban afuera cuando llegamos pero los sujetos que estaban adentro no pudieron haber quedado tanto tiempo escondidos, se ahogarían, hasta que tú entraste por ellos- dijo Matt recargándose en la mesa
-¿Qué quieres decir?- pregunté
Caese: -provocaron el incendio a destiempo, una parte del sótano ya estaba colapsando cuando se incendiaba la parte de arriba-
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La Veterana: Conóceme.
Fiksi PenggemarCam Parker, familia de un gran sargento de la Ciudad de Chicago, un caso sin resolver, solo una salida.