/Narra Cam/
-no- contestó Dakota firmemente.
Me cansé de esa chica. Caminé con impaciencia a mi escritorio y tomé lo que necesitaba. Como no tenía arma entre simplemente a la habitación.
-estos son los 57 niños que tus hermanos mataron- comencé a esparcir las fotos de los cadáveres de los niños, Dakota instantáneamente se hizo para atrás -estos son tres camiones con 35 niños que tus hermanos querían matar- puse las fotografías -y éstas- levanté mi camiseta hasta debajo de mis senos bajando completamente los vendajes con facilidad -son las heridas que tu hermano Sam me hizo- señalé la C invertida que abarcaba desde la boca de mi estómago hasta el hueso de mi cadera, seguía amoratada y alrededor tenía unas cicatrices más pequeñas de tres a cinco puntadas -me rompió dos costillas, me quitaron una parte de mi intestino porque puso una Suburban encima de mí, ¡Su Suburban! En la cual seguramente también utilizabas para transportarte- rodeé la mesa poniéndome enfrente de ella, mostré la férula -casi faltaron tres kilos para romper mi pierna pero presionó los ligamentos de mi tobillo y no puedo caminar en tres meses ni siquiera puedo comer un pedazo de carne ah y mira- levanté mi cara mostrando mi cuello quitando la saga con el vendaje -también clavó en mi carótida aquí- señalé la cicatriz de 13 puntadas ya casi cerrada -y aquí- una parte de mi estómago -y también aquí- ahora mi entrepierna -la puerta de mi auto, sin decirte que fue pérdida total. Ahora, te sentarás y responderás las preguntas de mis amigos o si no me encargaré de que quedes con peores cicatrices que yo- señalé ahora la silla. Dakota claramente horrorizada y asqueada se sentó llorando con los puños apretados. -bien- salí de la habitación. Me arrepentí de haber hecho esos movimientos tan bruscos ahora me dolía todo. Evan se acercó a mí viendo el desastre de mis ropas.
-¿Qué sucedió?- se acercó a mí
-presioné a la chica- traté de acomodar mis vendajes
-pobre- susurro cuando acomodaba los vendajes de mi estómago -de la chica, obviamente- agregó. Sonreímos. Terminó de arreglarme el vendaje del estómago y siguió con el del cuello.
-lamento que tengas que hacer esto, lo haría yo si pudiera levantar mis brazos- trate de mirarlo pero él estaba muy arriba para esforzarme
-¿Bromeas?, Limpiaste mi trasero cuando no podía moverme, esto es como ponerte crema en las manos- sonrió.
-gracias por estar conmigo, Evan- le sonreí cuando por fin se arrodilló enfrente de mí
-¿Cuál era el eslogan de nuestra cuadrilla?- apoyó los codos en mis rodillas
-todo por la causa- sonreí mirando mis cortadas manos. Espere unos segundos en silencio mientras Evan terminaba, si podíamos representar nuestra amistad en una imagen está sería, él era el único que sabía más de mi pasado, ni siquiera Hank me conoce más que el.
-¿Jay se quedará con nosotros?, ¿A eso te referías cuando dijiste que no estaríamos solos?- dijo después de un largo silencio.
-sí- dije entre dientes
-¿Estás saliendo con él?, ¿Tengo que saber algo?-. Ya estaba en mi escritorio rodeada de los teléfonos a los que tenía que llamar. Evan estaba sentado a lado de mí sin que me estorbase, estaban tan desocupado que se podía dar el lujo de pasar los días enteros conmigo solo mirándome.
-no tengo ninguna relación con él- hacia anotaciones en una libreta
-pero dormirá contigo- levantó una ceja, su comentario hizo que girara la silla para mirarlo
-Evan- traté de callarlo
-admítelo- insistió
-Evan... Sabes que no se cómo establecer relaciones, siento más que afecto pero estamos llendo lento- expliqué
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La Veterana: Conóceme.
Fiksi PenggemarCam Parker, familia de un gran sargento de la Ciudad de Chicago, un caso sin resolver, solo una salida.