Abrí los ojos lentamente, sentía un peso en mi estómago, bajé la mirada, ¿Un brazo?. Lo recordé, Jay se había quedado conmigo, tenía mis piernas entre las suyas, uno de sus brazos estaba sobre su cabeza y el otro se aferraba a mi cintura descubierta porque la playera se me había subido hasta el boca del estómago, sin problemas su mano abierta podía tener el ancho de mi cintura y estaba tan relajado y hundido en su sueño que no quería despertarlo, su cabeza descansaba a lado de la mía tan cerca que cuando giré para mirarlo nuestras narices se golpearon, este hombre me gustaba desde que cruzó la puerta de mi casa en Nueva York, pero sabía que tenía historia con mi hermanastra desde entonces levanté una barrera entre él y yo que poco a poco se encargó de tirar. Sabía que Erin salía con otro chico pero sería poco moral de mi parte que saliera con él, entonces una voz en mi cabeza dijo "Al diablo con Erin", sonreí, hace mucho no tenía ese tipo de pláticas conmigo misma. Me esforcé para ver el reloj, 5:49 am. 10 minutos más. Subí cuidadosamente uno de mis brazos para acariciarle el corto y rubio cabello, era tan suave, cerré los ojos para aspirar su aroma, inconsciente subí mi otra mano para sentir la piel de su espalda. Tenía que deternerme.
-Jay... Jay- susurraba tratando de despertarlo pero Jay solo me apretó más a su cuerpo -es hora de levantarse- sonreí al ver sus pestañas rubias abrirse poco a poco
-Cam- habló con esa voz ronca mañanera
-vamos, ya son las 6, tengo que estar en la unidad antes de las 6:30- seguía acariciando su cabello
-sí sigues haciendo eso en mi cabeza no me levantaré y tú tampoco- me abrazó todavía más fuerte
-te golpearé si no lo haces- reímos. Abrió completamente sus ojos
-bien- me dio un beso en la mejilla -prepararé café- se levantó lentamente. No tenía ganas de ducharme, la parte interna de mi nuca seguía húmeda por el baño antes del Mollis, solo me vestí, Jeans azules oscuro, playera vino y unas botas negras, mi chaqueta delgada y listo. Llevé mis maquillajes a la cama para comenzar a arreglarme cuando entró Jay con una taza de café en la mano me la tendió y tome de ella, él tenía otra en la mano
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-veré al Coronel Connors a las 6:30, no tienes que llegar tan temprano- me levanté, se estaba poniendo una camisa
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