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Mars acudió a su encuentro con Chris en cuanto salió del departamento de Mikoto y eso hizo que se sintiera muy extraño

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Mars acudió a su encuentro con Chris en cuanto salió del departamento de Mikoto y eso hizo que se sintiera muy extraño. No tenía idea de lo que el hombre quería, pero estaba seguro de que tenía que ver con su nuevo amigo.

Cuando llegó al bar frunció el ceño, Chris estaba en la barra, pero ya estaba muy bebido, inmediato se dio cuenta que no había manera de que tuvieran una charla decente. Por un segundo se planteó el darse la vuelta y marcharse, pero la idea le supo mal, sobre todo cuando notó varias miradas interesadas en una presa indefensa. Mars suspiró y caminó hacia él.

—Chris —lo saludó, sentándose a su lado. El chico le sonrió, su mirada parecía perdida.

—Hey, Marciano ¿Cómo estás? —él utilizó ese viejo apodo que le puso cuando eran niños.

Chris y Harry fueron amigos desde siempre, eso era lo que la mayoría sabía, lo que nadie se imaginaba era que Mars había estado en la ecuación casi desde el principio, desde el jardín de infantes, cuando apenas hablaban, luego en educación media, donde de vez en cuando frecuentaba al par, en la escuela superior, donde todo explotó en sus caras e incluso ahora estaban trabajando en el mismo lugar.

Entre ellos había una familiaridad que no podían evitarse.

—Estoy bien ¿Por qué me llamaste? —inquirió, haciéndole una seña al barman para que le diera una cerveza, la iba a necesitar.

—Estaba pensando que hace tiempo que no hablábamos —si prestabas atención era fácil notar que Chris estaba arrastrando las palabras, pero un espectador casual no se habría dado cuenta.

—Por obvias razones —respondió, riéndose un poco mientras observaba el nuevo corte de pelo de Chris y su indumentaria, demasiado formal para el carácter rebelde que solía tener. El único rastro que conservaba de su antiguo estilo de vestir eran los converse que no parecían abandonarlo jamás.

—¿No me extrañas? Yo te extraño —espetó, recargándose en su hombro.

—Cada día se parecen más —Tuvo que decirlo, su comentario cayó de manera casual, pero no lo era.

Chris soltó un resoplido.

—Nunca podría vestirme tan bien como él —dijo, tirando un poco de su suéter de cuello alto—. Pero creo que usando esto parecemos una verdadera pareja ¿No nos vemos adorables? —inquirió, recargándose otra vez en su hombro, mientras soltaba un pequeño suspiro.

—No sabría decirte —de manera deliberada evitó el tema—. ¿Para esto me llamaste? —insistió, tomando la cerveza que le dio el barman y agradeciendo por lo bajo.

—Me enteré que ahora eres amigo de Mikoto —su voz perdió todo rastro de humor al hablar. Había un leve tono de fastidio mezclado con culpa en sus palabras.

—¿Eso es lo que querías preguntarme? —no estaba dispuesto a dejarle las cosas fáciles, tampoco quería perder el tiempo. Suspiró y le dio un trago a su cerveza, se tomó un tercio de golpe.

El instante más hermoso de la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora