Mars fue el penúltimo novio de Chris y duraron juntos alrededor de un año.
Desde que Mikoto lo vio por primera vez sintió que no hacían buena pareja, pero nunca dijo nada porque le parecía de mal gusto hablar en base a impresiones superficiales. Por supuesto, cuando terminaron, no fue una sorpresa para él.
—Mars está enamorado de Chris desde los trece años, parece que por fin tuvo su gran oportunidad —le explicó Harry la primera vez que el hombre se unió a ellos para una cena. Parecía que a Harry no le caía bien Mars, pero en general a Harry no le caían bien los novios de Chris, siempre decía que su amigo tenía un pésimo gusto para los hombres.
A Mikoto le cayó bien, era un buen tipo, aunque no se veía tan enamorado como decían que estaba.
De todas formas, trataba de prestarle la menor atención posible, porque era obvio que cuando los ojos extraños se posaban demasiado tiempo en Mars, había problemas. Mikoto no estaba seguro de ello, tampoco tenía ganas de demostrarlo, pero la atención que el hombre generaba, frustraba tanto a Chris como a Harry.
Al menos, al principio así fue, pero teniendo en cuenta que cuando Chris tenía un novio, este se unía al club de los ignorados en la mesa, terminaron entablando pequeñas charlas esporádicas.
—¿Yukio Mishima? —Mikoto, que había visto el libro asomándose por el maletín de Mars cuando este sacaba su cartera, se inclinó un poco para mirarlo. La curiosidad era un rasgo característico suyo, un mal rasgo si alguien le preguntaba.
Las palabras se le escaparon sin querer y se sintió avergonzado después de pronunciarlas, sobre todo cuando Harry levantó una ceja al escuchar su voz. Si había algo que su novio no soportaba, eran las personas que metían las narices donde no los llamaban, así que Mikoto reaccionó de inmediato, desviando la mirada hacia su bebida.
—Estoy probando nuevos autores —respondió con simpleza, si había notado su reacción, hizo como si no pasara nada. Mars era una persona tranquila y confiada. Harry perdió de inmediato el interés en ellos cuando Chris comenzó a hablarle sobre sus propias lecturas, girando la atención hacia él—. Me dijeron que era bueno —agregó, sin unirse al debate de los otros dos.
—¿Has leído a Murakami? —preguntó, con cierto interés, atreviéndose poco a poco a mirar al hombre—. Dicen que es bueno, aunque yo nunca lo he leído —aclaró, sintiendo las mejillas calientes por la tontería que acababa de decir ¿Quién hablaba de algo que no conocía? Tampoco era que él fuera un gran conocedor, por lo que se sentía extraño y presuntuoso hablar de libros con alguien que no fuera Nara.
—Tengo un libro suyo, pero está comiendo el polvo —aclaró con una sonrisa divertida en los labios. Parecía que trataba de hacerlo sentir mejor—. ¿Alguna recomendación? —preguntó y Mikoto tuvo que encogerse de hombros.
—No lo sé —la mayoría de los libros que leía no eran del tipo que le recomendaras a alguien que acababas de conocer, no a menos que quisieras que supieran que solo comprabas novelas cortas de romance meloso y cliché. Mikoto rebuscó en su mente hasta que encontró a una de sus escritoras favoritas y de la que podía hablar en voz alta—. ¡Banana Yoshimoto! —exclamó, sin darse cuenta que lo había dicho como si hubiese obtenido un gran logro.
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El instante más hermoso de la vida
Ficción General(LGBT+) Mikoto se encuentra sumido en una tristeza profunda después de que su novio, Harry, lo deja por otro. Él piensa que el amor se ha terminado y no habrá nadie que pueda reemplazar a su ex, sin embargo, cuando se encuentra con un viejo conocid...