Estoy bailando. Todo está mezclado. No hay hombres ni mujeres. Todos se mezclan haciéndose uno. Chica, chico, chica, chico, chica, chico. Chica, chico, chica, chico. Bailando, vibrando al compás de la música. Lo bueno de está discoteca que hacen noches de tendencia. Ahora es una música electrónica, que te hace zumbar todo. Es un asco, pero te hace mover. Te hace ser chico, chica, chico, chica, chico, chica. Te hace mezlcarte entre la gente, entre el sudor y los alientos de alcohol.
Es mejor esto que el reggaetón.
Bailo, y bailo, y bailo. Las luces verdes y azules y el humo hacen que todo se vea como un escenario fantasioso. No me queda duda que en cualquier momento va a bajar una nave espacial y me llevara con ellos. Tú no perteneces a este mundo, Mike. Dicen a través de todos los poros de mi piel. Lo sentimos tanto por abandonarte. Lo sentimos tanto, tienes un gran potencial.
Podrías haber hecho el mundo mejor con tu vocación.
Lo sentimos porque el mundo está bastardo.
Lo sentimos mucho.
No te mereces nada de esto.
No hay nada malo contigo, Mike. No hay nada malo contigo.
La música sigue. Sigo bailando mientras empiezo a llorar. Todo está mesclado. No hay hombres ni mujeres, solo personas. Tampoco clases sociales. Solo hay chicos, y chicas, chicos y chicas y mis lágrimas que van cayendo por mis mejillas.
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Tom Mot
Teen FictionY quizás solo sea la vida de mierda que crece en mí, esa ideología rebelión que sale de mis poros, que tenía que pasar, tenía que suceder. Mis agujeros no se pueden llenar con lo que mis padres me ofrecen, así que buscaré en otra parte. Buscaré de a...