Salomé 3: La historia de un amor que no fue.

Capítulo XVIII: Karen Y El Pasado.

Al caminar sin rumbo se dio cuenta de dónde estaba no era un lugar conocido ni cerca de la ciudad, parecía familiar pero extraño, parecía que ya había estado ahí con anterioridad.

- ¿Eduardo?
- ¿Quién habla?. En ese momento vio a una mujer de cabello castaño, delgada, con pose sería de más o menos su edad.
- Tengo años sin verte, creí que dijiste nunca volvería a acá.
- ¿Me conoces?
- Deja de hacerte el chistoso.
- Hace tiempo perdí la memoria y no recuerdo nada.
- Si, Claro; eres Eduardo el tornado de la calle 25.
- ¿Que dices?
-  No recuerdas, las cientos de chicas que engañaste en nuestra juventud.

Al escuchar eso callo sentado en la banqueta, era la primera ves en casi 1 año que conocía de su pasado. Su rostro se pálido, ella dejó se sentó a un lado de él, y lo vio a los ojos y supo que no mentía.

- Cuéntame de qué hablas.
- No se si sea buena idea.
- Dime, si puedo saber algo de mi podré vivir mejor.
- Esta bien, solo porque dices que eso ayudará. A los 14 empezaste a hablar con chicas, y por montón, tu estudiaba en el centro conmigo, tu siempre usabas a las chicas a tu conveniencia, pero aunque no eras un Adonis eras poeta y todas caían.
- Tu, ¿también?
- Si, a los 17 empesate con el alcohol, pues ganabas algo de dinero en tutoras, dado que el colegio te pidió ayudar a una chica más joven, entonce spor tu parte hiciste lo tuyo. No eras alcohólico perdido, pero si tenías tus momentos.
- ¿Sabes quien es esa chica?
- No.
- Y ¿luego?
- Nos hicimos novios. Nos comprometimos, luego lo de tu papá.
- ¿papá?
- El murió, y al tiempo nos dejamos, te deje.
- ¿porque?
- Dejaste de amarme, y yo me enamore de alguien más.

Poco a poco el iba escuchando como fue su vida, de alguien que lo acompañó por mucho tiempo, se fue y visitó la tumba de su padre, él está quebrado, y de un momento a otro sintió la presión de vivir y dudo de ser el adecuado para Salomé, corrió cómo nunca y fue muy difícil para el todo lo que pasaba.