Capitulo VII: Un Compromiso.

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Llego el día y la hora, Salomé ya estaba en el café, Gael entro por la puerta de vidrio que daba a la calle, ella extendió su mano para dar a entender la posicion de la mesa.

- Hola Salomé.
- Hola Gael, ¿Como estas?
- Yo pues muy bien.
- Eso me alegra mucho.
- y tu ¿Como estas?
- Si te contará.
- Dime.

El mesero le sirvió tazas con café, ella procedió a contarle todo lo que pasó, y como él poeta ya no existía, y como ella sigue enamorada de él y como quiere traerlo de vuelta. Acaban con su café y piden un postre Gael sólo ve a quien fue su viejo amor, triste y dolida por culpa de algunos de sus actos egoístas y que no supo lo que ocasionaron, por no renunciar cuando era el momento.

- Salomé, siento lo que me cuentas.
- No es tu culpa.
- Claro que si, si no hubiera destruido aquella carta, hubieras evitado mucho.
- Ya está hecho, pero dime que es de ti.
- Cierto, eso te quería dar.

Del bolsillo de su chaqueta, sacó un sobre blanco y se lo dio a Salomé, ella lo tomó con ambas manos, y lo abrió y vio que dentro de ese sobre había una invitación, volteo a ver a los ojos a Gael, y seguido leyendo, vio la fecha y la hora, era en 10 meses en una iglesia cerca del parque.

- No lo puedo creer. Dijo Salomé.
- Creelo.
- Te casaras con Marilu.

Ella hizo un gesto de enojo, y luego soltó una carcajada, luego se tiro a abrazar a Gael, rieron y se depideron ella se sentía feliz por él, pero declinó de la invitación ya que era la historia de él y ella sobraba ahí.

Luego de salir, del café se dirijo al bar, y fue a hablar con el gerente y preguntó por las fechas a declamar, pactaron una y ella salió feliz de ahí, ya solo debía terminar el día y esperar a mañana para volver a ver a Eduardo.

Salomé 3: La historia de un amor que no fue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora