Salomé 3: La historia de un amor que no fue.

Capítulo XXVII: Siempre Te Amo.

A uno mes de la boda están atareados, dado que quieren casarse antes del nacimiento de su hijo, fecharon la boda para 4 de octubre de ese año, ella se encontraba con Julieta su dama haciendo mil cosas, el venía del cementerio de ver a su padre, desde la propuesta lo visitaba 1 ves por semana par contarle el avance. Este día el iba a comprar, su traje de bodas, debía ser uno especial y que fuera con el, el había vuelto a usar sus gafas, pero ya no se vestía como cerebrito.

Caminando hacia la tienda se topo con Gael, al verlo su cara se puso roja y quizo salir corriendo, pero fue algo tarde, ya que Gael ya lo había visto también.

- Amigo, no huyas.
- Disculpa, es que me apena aun lo que hice en tu boda.
- Descuida, solo le pusiste un toque dramático.
- No la arruine.
- ¿Tú crees que si hubieras arruinado te hubiera tan siquiera hablado?
- Buen punto.
- ¿Que haces?
- Busco el traje para mi boda.
- Dime que es con Salomé, porque sino ahí si te moleste a golpes.
- Si es con ella, no necesito golpes antes de mi boda.
- Acá compre el mio, te ayudo.

Entraron en la tienda, y empezaron a ver trajes una señoritas les ayudo, intentaron hablar de cosas pero eran muy contrarios el uno al otro. Se probó Eduardo varios trajes, y la charla fue al final de buenos whiskys y eso. En un momento el se puso un traje y Gael le dijo que era el indicado, no explicó porque pero ese era, al final, lo compró, salieron de la tienda.

- Vamos por un trago.
- Si, porque no, yo pago, te lo debo por lo de la boda.
- Claro.

Llegaron a un café bar, se sentaron en una mesa pidieron un trago

- Sabes, ella siempre te amo; desde que te conoció te amo.
- Si vas a mencionar algo de pasado no lo digas, no quiero saberlo.
- Como gustes pero ella siempre te amo, ella dio todo por ti. Y me hace feliz que algún este contigo.
- Gracias.

Ambos se fueron después del trago, algo que no sabía Eduardo es que el traje fue escogido por la mismo Salomé, el día que ayudó a Gael, le dijo que ese era el traje que quería para su poeta.