Capítulo XX: El Amor.

8 1 0
                                    

Llegaron a casa de Salomé, sin palabras en todo el trayecto, se sentó en el sofá de ella y ella se fue a la cocina luego de unos minutos regresó con café, lo sirvió y se sentó entrelazo su braso con el de él y tomó su mano, puso su cabeza en el hombro y él respondió sujetando con fuerza su mano y recostado su cabeza en ella.

El latido de ambos era fuerte, se sentía, escuchaba, las vibraciones de cada latido recorrían el cuerpo del otro, a tal punto de que llegó un momento donde sólo se escucha un latido, se conectaron. En la mente de le está ella y en la de ella el, estaban ahí y está vez no era una alucinacion como antes.

Se separaron sin soltarse y se quedaron viendo fijo a los ojos, sin decirse nada se dijeron te amo, el se acerco muy lentamente a ella y ella se le quedó viendo temblaba y su respiración se cortaba.

El la beso y ella se entregó en ese beso, el no quería mucho y eso fue más de lo que alguna ves pudo soñar, el beso fue tan largo como una vida, pero tan corto como para querer otro. Sin soltarse de la mano fueron el hacía la cama, ella se dejó caer y el admiro a la mujer que amaba ahí, luego de eso el soltó una lagrima mientras la besaba que llegó a la piel de ella, el lo abrazo son suavidad.

La ropa de ambos se fue iendo poco a poco, el momento era solo de ellos, nadie más, nada mas importaba. Cuando ambos se encontraban completamente desnudo, él pudo reconocer el cuerpo de Salomé. Era el mismo cuerpo que su mente y su corazón tanto recordaban.

Sus cuerpos se unieron en uno solo, no era sólo placer lo que se sentía era amor, el amor que ellos sentían, su cuerpos fueron uno el sintió cada parte de su intimidad, ella gozaba de la manera más amorosa el rose de él hacia a ella, todo fue parte de la mejor noche que ambos pudieron sentir. Siguieron asi hasta que ambos se quedaron durmiendo.

Al día siguiente Salomé despertó y el amor de su vida no estaba, en su corazón sentía qeu el volvería, pero a la ves parecía que su plan de repetir la historia sería aún más real de lo que planeo con Julieta aquella noche.

Salomé 3: La historia de un amor que no fue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora