Capítulo I: ¿Quién Eres Tú?

28 2 0
                                    

Han pasado casi 4 años desde que Salomé y el poeta volvieron a coincidir en las gradas de aquel viejo colegio. Ha pasado poco más de 1 desde que el poeta tiñó de su sangre el departamento. Salomé y Celeste están sentadas en el bar de poesía que frecuentaba el poeta antes de tomar su decisión.

- ¿Tú Sabias que el estaba vivo?
- Si, pero no es lo que piensas.
- ¿A que te refieres con eso?
- Si, te di la libreta es porque es la última memoria de mi amigo.
- Pero el está ahí, le hablaré.

Salomé con mucha determinación se acercó al hombre que bajaba del escenario del bar, con un aire de Don Juan.

- ¡Eres un idiota!. Grito mientras lo abofeteaba.
- Señorita si no le gustó el poema, solo debía decirlo.
- No te hagas el idiota.
- Mire, me empieza a  disgustar, ni la conozco, no se porque me trata así.

La mirada de Salomé se apago por completo, en ese momento celeste se acercó a ella lentamente.

- Te lo dije.
- No entiendo.
- La noche que se intento suicidar, luego del corte, cuando se desmayo se dio un fuerte golpe en la cabeza.
- ¿Que quiere decir eso?
- Perdió por completo la memoria. Cuando llegue al hospital, no me recordaba, entonces solo le dije quien era y le di algunas cosas.
- ¿Y la libreta?
- La encontré yo, entonces decidí hacer lo que él dejo encomendado hacer en caso su plan resultará. El realmente dejó de existir ese día.
- Pero el poema estaba en la libreta.
- Cuando salió me contactaron, y le explique que el departamento es a ahora a mi nombre. Y tomo lo que pudo, entre ellos poemas, y se fue creo que a Europa.
- No entiendo nada.
- Lo sé, no creí que regresará. Lo lamento pero yo ya empecé un nuevo camino. Tu deberías hacer lo mismo pero sin él.

Salomé regresó a la mesa en la wue estaba, terminó su trago y soltó lágrimas de dolor. A pesar de que Eduardo estaba ahí, con todo y cicatriz realmente ya no era él. Acaso él amor de él era tan débil que no podía hacer que recordará a Salomé. Quizá todo fue mentira desde el principio y por eso fue tan fácil de olvidar. No importaba la respuesta Salomé buscaría encontrar a su amor, el que estaba debajo de ese tipo que apareció en el bar. Tomó el cuaderno y salió, pensativa si valía la pena emprender una nueva aventura detrás de lo que un día fue el poeta de su vida.

Salomé 3: La historia de un amor que no fue. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora