El regalo

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La luz se filtraba por una rendija entre las cortinas de la habitación provocando que Luka moviera su rostro unos centímetros delante pero sintió un cosquilleo en su nariz que causo su despertar. Al abrir solo un poco los ojos se sintió desorientado pues los colores le parecían un tanto extraños.

Un pequeño brazo lo rodeaba y entre los suyos encontró el delicado y suave cuerpo de Marinette, quien aún dormía. Cerró los ojos extasiándose de su aroma, sonrió al recordar el final de la noche de patrullaje; ella le pidió quedarse a lo que no pudo negarse y que bueno que no lo hizo.

Recordaba los suaves labios de Marinette recorriendo su cuello para descender a su pecho. Sus pequeñas manos recorriendo su espalda y acercándole más a si, la cremosa piel de Marinette bajo sus dedos mientras hacia su recorrido reconociendo hasta el último lunar. Los suaves suspiros de placer que dejaba escapar al ritmo de sus movimientos...

- Luka - susurro Marinette regresándolo a la realidad, noto que tenía un notorio problema y se sonrojo enseguida.

- Mierda...

- ¿Que sucede? - pregunto inocente pero basto con moverse un poco para percatarse de lo que había provocado el sonrojo del chico - Cariño me parece que tuviste un buen sueño - dijo con burla acentuando el sonrojo de su novio.

- No fue un buen sueño, solo recordé como te movías anoche, nena eres maravillosa - fue turno de Marinette para sonrojarse causando una sonora carcajada por él.

Sin pensarlo demasiado se acomodó sobre de ella apoyando sus antebrazos a los costados, comenzó a besarla apasionadamente propiciando escalofríos que recorrían el cuerpo de la chica. Ella toma la iniciativa como pocas veces y acerco su cadera a la parte prominente del chico quien en respuesta lanzó un gruñido de satisfacción.

La pasión era evidente entre ellos, Luka sacaba un lado diferente de Marinette; uno que era sensual, apasionado, tímido pero a la vez atrevido, exigente... Marinette en la cama era completamente diferente a la chica pudorosa y recatada que todos creían. Luka era el único en conocerle de esa manera y no negaría que aquello le encantaba.

- Marinette, el desayuno está listo. Baja - la voz de su madre sonó desde el piso de abajo causando que los chicos detuvieran su sesión de besos -con algo más- recordando que los padres de la chica se encontraban a una puerta de distancia.

- Rayos. Ya bajo mamá, solo... solo me visto - grito en respuesta tratando de ponerse en pie, Luka de mala gana se hizo a un lado para que pudiera pasar.

- No tardes o se enfriará.

Marinette comenzó a caminar por la habitación en busca de su ropa. Jamás habían hecho aquello en su casa, era la primera vez que pasaban toda la noche juntos y estaba realmente nerviosa, no quería que sus padres se dieran cuenta, adoraban a Luka pero si se enteraban que pasaron la noche juntos y no precisamente charlando, se molestarían en verdad.

Luka feliz contemplaba el nerviosismo de su novia mientras corría por su habitación en busca de la ropa que estaba a un lado de su cama. Le parecía realmente hermosa y comenzó a imaginar lo maravilloso que sería despertar cada mañana justo como ese día, claro que sin la pequeña interrupción.

- Luka por favor no te quedes ahí mirándome, debes vestirte e ir a tu casa. Tu madre debe estarte buscando y... - el celular de Luka comenzó a sonar, curiosamente era su madre.

- Hola - dijo contestando al llamado.

- ¿Dónde rayos estás?

- En donde Marinette

- ¡¿Que?! Te quiero aquí en 10 minutos, no más - y termino la llamada, su madre sonaba furiosa.

- Wow... mi madre está verdaderamente molesta - eso realmente era sorprendente, si bien Anarca era una madre muy liberal tanto que nunca influía en las decisiones de sus hijos, ni siquiera cuando Juleka comenzó su relación con Rosita o cuando el andaba en malos pasos en su adolescencia, al menos no hasta que los problemas acrecentaron, Fue ahí cuando la mamá oso entro en acción. Pero la mayor parte del tiempo era la madre más relajada del mundo a menos que...

¿Por qué? Porque la amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora